Educación 3.0

Gabriel Sánchez Zinny

Con tantas voces hablando sobre educación, tantas instituciones como la ONU, la OCDE, la UNESCO, fundaciones, pensadores y formadores de opinión enfocándose en la reforma educativa, ¿por qué sigue siendo tan difícil mejorar la calidad y ver resultados positivos?

Las economías siguen creciendo y transformándose. Nuevas industrias surgen y otras viejas se evaporan. La necesidad de capital humano cambia casi todos los días, pero la educación no parece cambiar. El reciente libro Redesigning Education: Shaping Learning Systems Around the Globe, del Programa Global de Líderes de Educación (GELP), reflexiona de forma innovadora sobre estas cuestiones. El propio GELP es una innovación bienvenida al debate educativo, un grupo formado por líderes educativos de nueve países diferentes en los cinco continentes. Pero a diferencia de otros grupos similares, incluye inversores, empresarios y pensadores que entienden que el debate para mejorar la educación no puede estar enfocado únicamente en el funcionamiento del sistema educativo actual, sino que hay pensarlo desde una transformación más profunda. Tal vez no relacionada con cambiar instituciones públicas o políticas específicas, sino más bien abriéndolo a la incorporación de otros actores.

Ahora, quisiera destacar algunos pasajes del libro. “Es un libro sobre los líderes del sistema que admiten que los acuerdos para el aprendizaje que ellos representan en nombre de los ciudadanos, ya no funcionan para la mayoría de los jóvenes”. Cualquier intento de reformar la educación, continúan los autores, debería incluir modelos de educación alternativa, que han existido siempre, como autoaprendizaje, enseñanza en la casa y a distancia. Gracias a la tecnología, muchas de estos modelos se han expandido y el gobierno debería alentarlos. Esta visión ha sido denominada por los autores como“Educación 3.0”.

Quizás una de las partes más interesantes del libro se refiere a cómo los cambios sociales y políticos de los últimos años no han sido impulsados exclusivamente por los gobiernos, sino más bien por nuevos actores, en diferentes formas. Estas disrupciones, como las llamaría el profesor de Harvard Clay Christensen, están surgiendo lentamente en los sistemas educativos: “puede que los gobiernos sean un jugador en un ecosistema en rápido desarrollo, pero pocos se han podido adaptar de modo decidido y eficiente a este rol”. Tal vez el sector educativo haya sido uno de los que más dificultades encontró para adaptarse y más impedimentos ha puesto al surgimiento de otras formas de proveer educación. En los últimos años ha sido la intensa demanda por mayor calidad educativa proveniente de todos los sectores sociales la que ha acelerado la transformación, dándole un ritmo más rápido de lo esperado en un sistema tan estable.

Los autores citan varias categorías de actores que han contribuido a transformar sectores sociales, y que en el plano de la educación, lo están haciendo lentamente. En primer lugar, la filantropía. Según UNESCO, “las compañías listadas en el US Fortune 500 hicieron contribuciones filantrópicas a la educación para proyectos en países en desarrollo por cerca de 500 millones de dólares”. En Estados Unidos, se donan unos 39 billones de dólares a organizaciones educativas, de acuerdo a Giving USA.

En segundo lugar, los emprendedores sociales. Un ejemplo es BRAC, que, combinando tecnología, microfinanzas y educación, ha sabido llegar a 3 millones de niños en Bangladesh, 65% de ellos mujeres, en más de 62.000 escuelas primarias y preprimarias, con un índice de abandono menor al 5%. Los sectores culturales y creativos, como Creative Partnership en el Reino UnidoKuopio, en Finlandia o Smithsonian en Washington, también están contribuyendo a generar conciencia sobre la importancia de la educación. El sector empresarial está trayendo otras innovaciones al sistema educativo, como inversor, creciendo como operador de cadenas de colegios, compañías de contenidos, ofertas alternativas de enseñanza y también como promotor de políticas públicas.

Los sistemas educativos están siendo impactados por dos profundos cambios: “la transferencia de protagonismo hacia el alumno; y el uso optimizado de tecnologías digitales poderosas”. Los estudiantes, familias, comunidades y emprendedores están creando sus propios modelos de aprendizaje. El cambio de los sistemas está surgiendo desde abajo, y no únicamente de modo vertical, liderado por el gobierno. Los estudiantes y las familias están “votando con los pies” y eligiendo alternativas que les aseguren calidad educativa, aunque sea en otros lugares geográficos o no convencionales, como con la educación combinada.

“El Gobierno es quien debe brindar plataformas adecuadas para que diversos proveedores y actores contribuyan e interactúen en vibrante colaboración/competición”. También debe generar una visión de futuro centrada en el concepto de sociedad del conocimiento, reducir las barreras de entrada para nuevos jugadores y proveedores, generar incentivos para emprendedores sociales, el sector privado y organizaciones no gubernamentales, además de ampliar la información disponible para que los estudiantes conozcan las opciones educativas con las que cuentan. Redesigning Education es un libro que todo interesado en mejorar la calidad educativa debería leer.