Con tantas voces hablando sobre educación, tantas instituciones como la ONU, la OCDE, la UNESCO, fundaciones, pensadores y formadores de opinión enfocándose en la reforma educativa, ¿por qué sigue siendo tan difícil mejorar la calidad y ver resultados positivos?
Las economías siguen creciendo y transformándose. Nuevas industrias surgen y otras viejas se evaporan. La necesidad de capital humano cambia casi todos los días, pero la educación no parece cambiar. El reciente libro Redesigning Education: Shaping Learning Systems Around the Globe, del Programa Global de Líderes de Educación (GELP), reflexiona de forma innovadora sobre estas cuestiones. El propio GELP es una innovación bienvenida al debate educativo, un grupo formado por líderes educativos de nueve países diferentes en los cinco continentes. Pero a diferencia de otros grupos similares, incluye inversores, empresarios y pensadores que entienden que el debate para mejorar la educación no puede estar enfocado únicamente en el funcionamiento del sistema educativo actual, sino que hay pensarlo desde una transformación más profunda. Tal vez no relacionada con cambiar instituciones públicas o políticas específicas, sino más bien abriéndolo a la incorporación de otros actores.