La derrota electoral del kirchnerismo ha sido categórica. Pero no faltan quienes pretenden disimular sus alcances y perspectivas. En la primera fila de los que relativizan el resultado adverso está ¡cuándo no! Horacio Verbitsky, para quien la continuidad del gobierno hace a la sobrevivencia de su propia camarilla -empezando por la que usufructúa en Página/12 los beneficios de la pauta oficial.
Verbitsky señala que el triunfo de Massa tiene destinatarios concretos, los empresarios que se reunieron días antes de las elecciones para escuchar al intendente de Tigre, entre los que se encontraban el dueño de Aeropuertos 2000, Eduardo Eurnekian, los de Ledesma (estuvo hasta Federico Nicholson, el compañero de golf del vicepresidente Amado Boudou), el capo de Fiat (Rattazzi) y otros de la UIA y la Bolsa de Comercio. Ahora el presidente del CELS se horroriza por el apoyo empresarial a Massa, sin percatarse de que hasta no hace mucho todos ellos le daban ese apoyo al gobierno kirchnerista.