A esta afirmación sigue una advertencia: ¡ojo! que hoy, a falta de Argentina muerta, quieren cazar argentinos vivos. En este sentido, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió enfáticamente que “el pasado está a la vuelta de la esquina”. También dijo que “los fondos buitre se quieren llevar puesto al país”. El pasado que alude la Jefa de Estado no sólo se remonta al aciago diciembre de 2001, sino que, en nuestra opinión, comienza con la llegada de los buitres al gobierno con Martínez de Hoz.
El objetivo del ministro de Economía de Videla era destruir el Estado peronista surgido de la revolución nacional democrática antiimperialista de 1945, y que no pudo desmantelarse hasta la partida de Perón, y el golpe cívico militar de aquel fatídico marzo de 1976. En aquella época, con la bicicleta financiera, la tablita, los seguros de cambio, la liberalización de las importaciones y la eliminación de las retenciones, etcétera, se instauró una dictadura financiera que endeudó colosalmente al país. Para hacerlo, los Chicago Boys, discípulos de Milton Friedman, impusieron el ajuste a sangre y fuego.