Ha originado numerosos comentarios la medida cautelar que promovió el presidente electo, Mauricio Macri. La mayoría ha sido crítica de la acción deducida, con argumentos fundados en el hecho de que ese reclamo impedía lo que se consideraría una “fiesta de la democracia”.
Me permito disentir con esa posición.
La medida cautelar ha sido una actitud positiva, si se tiene en cuenta quiénes son los protagonistas y los resultados posibles si ella no fuera deducida. El ingeniero Macri ha demostrado una gran sagacidad al promover esa acción: ello le permitió tener en sus manos la policía, las fuerzas de seguridad y las armadas, elementos imprescindibles para asegurar que la transición se lleve a cabo sin inconvenientes y sobre todo, sin interferencias. Continuar leyendo