No hay casualidades, todo se entrelaza

Para muchos es como si hubieran despertado de repente ante la brutalidad y la barbarie del terrorismo islamista. Como si antes de esto la violencia no hubiera existido en el mundo árabe islámico. Como si el asesinato -quemado vivo- del piloto jordano Muadh Al-Kasasbeh por parte del ISIS contradijera los postulados políticos religiosos del grupo terrorista.

En favor del Islam hay que decir que ninguna religión ha sido o es “religión de paz”; pocas han escapado a un historial de violencia. Sin embargo, el mundo ha evolucionado. Por ello, no es la barbarie del islamismo radical lo que debe sorprender, aunque ciertamente es asombrosa. Lo que debe llamar la atención, es el hecho de que alguna vez creímos que los terroristas y sus crímenes serían detenidos por los propios musulmanes desde su pregonada ética y la racionalidad que publicitan sus jerarquías religiosas. Y también por los gobiernos democráticos dentro del marco de la ley. Continuar leyendo