El sostenimiento de la libertad necesita forzosamente del debate ideológico. Los representantes políticos que en democracia niegan la importancia de la ideología, no sólo traicionan a los ciudadanos que los votan, sino a la raíz y al concepto de la función política y a la democracia misma.
No es correcto afirmar que la Argentina está partida en dos por un conflicto entre izquierdas y derechas. Lo está por aquellos que niegan y vulneran las libertades y los que pretenden recuperarla. Pero lo ciertamente preocupante es que tal controversial puede que no garantice a la oposición mantenerse al margen de la ruptura que se vislumbra en la actual crispación política, económica y social en una sociedad que ha sido llevada a la negación de la ideología.