Aunque el presidente Rouhani describió el papel de sus enviados para la firma del acuerdo alcanzado con el Grupo 5+1 en Ginebra como un triunfo, declarando incluso que la historia de la Revolución Islámica se divide en ‘un antes y después de Ginebra’, sin embargo, cuando ‘las lagrimas de la emoción se disipan’ es posible evaluar este evento con mayor claridad.
Para empezar, siento decirlo, pero no está claro cuál es el nombre del documento que se ha firmado. Se habla de ‘acuerdo’, ‘memorándum’, ‘hoja de ruta’ y hasta de un ‘plan de acción conjunta’. Sin embargo, el documento no podrá ser reconocido con rango de ‘tratado internacional’. El grupo 5+1 es un órgano creado ad-hoc por Naciones Unidas y no tiene autoridad para firmar un tratado vinculante. De hecho, las negociaciones fueron conducidas por el representante de Asuntos Internacionales de la Unión Europea (UE).