Giro copernicano en la agenda internacional

Para Aristóteles la victoria más grande es la conquista sobre uno mismo. El dominio propio es uno de los obstáculos más poderosos que enfrenta el individuo.

Doce años de ostracismo mundial han congelando las relaciones de Argentina con el concierto de las naciones, lo que demuestra ausencia de dominio propio en lo que respecta a un carácter madurativo a la hora de encarar una agenda de inserción global y confina las relaciones internacionales al mero plano de la política doméstica.

Hoy estamos dando un giro holístico. En lo que va de 2016, el presidente Mauricio Macri se reunió, en el Foro Económico de Davos, con el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron. Próximamente recibirá al primer ministro de Italia, Matteo Renzi y al presidente de Francia, Françoise Hollande, el 16 y 25 de febrero, respectivamente. En agenda, además, está la primera audiencia en su calidad de jefe de Estado con el papa Francisco, el 27 de febrero y el encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Cumbre Mundial de Seguridad Nuclear en Washington, entre el 31 de marzo y el 1.º de abril. Continuar leyendo

Una fuente de dos aguas

Los tres candidatos a la Presidencia de la nación, Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, coinciden en la necesidad de realizar un viraje positivo hacia los Estados Unidos y Europa si llegan a ser Gobierno. Así quedó plasmado en la firma del documento del Grupo Consenso del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales al resaltar el deseo de “revalorizar nuestras relaciones con los países que son los centros de decisión internacional”. El Mercosur es una de las aristas a fortalecer.

Las idas y vueltas en el acuerdo marco de cooperación Mercosur-Unión Europea (UE) dejan entrever que, más allá de los buenos fines, existen cuestiones conexas que imposibilitan un genuino avance.

Han transcurrido ya 15 años. El acuerdo firmado el 15 de diciembre de 1995 recién entró en vigor en 1999. El diálogo político, los temas económicos-comerciales y de cooperación son los ejes centrales. Las numerosas rondas de negociación celebradas aún no fueron suficientes  para arribar a una firme propuesta de oferta entre ambas partes. El objetivo máximo es alcanzar la liberalización del comercio en mercancías y servicios, siguiendo las normas de la Organización Mundial del Comercio, así como el fomento de la cooperación y el impulso del diálogo político. Continuar leyendo