No es hora de levantar el embargo

Un grupo llamado CubaNow ha comenzado a colocar pasquines en las estaciones del Metrorail en Washington, D.C. Metro pidiéndole al Presidente Barack Obama que levante el embargo a Cuba.

En la Florida el ex gobernador Charlie Crist ha anunciado que quiere visitar Cuba y dice que ya es hora de revocar el embargo.

Por último, 44 altos ex funcionarios gubernamentales de Estados Unidos, ejecutivos de grandes empresas y académicos le escribieron una carta al Presidente Obama instándole a que para ayudar a la sociedad civil en el isla, firme una orden ejecutiva que en efecto anule el embargo.

Sin duda esta carta es el esfuerzo más importante de  este nuevo intento por eliminar el embargo.

Los que firmaron la misiva son personas respetables – entre ellos por los menos 12 cubano americanos. Lo que ellos piden está claro. Lo que no se sabe es que ganan estas personas si el gobierno de Estados Unidos decide levantar el embargo.

Lo que no dice la carta es que la mayor parte de los disidentes en la isla no apoyan su iniciativa. Ellos, los que se enfrentan a las turbas comunistas con frecuencia, no creen que se deba eliminar el embargo. La carta tampoco menciona las violaciones a los derechos humanos en Cuba; su venta de armas a Corea del Norte; o el hecho que Cuba esté en la lista del Departamento de Estado de países que apoyan a organizaciones terroristas.

Los firmantes ignoran todo esto y creen que “ahora más que nunca los Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a buscar su propio destino si este país aumenta las reformas a su política exterior con Cuba que ya ha iniciado la administración.”

La carta propone cuatro cambios a la política estadounidense. Estas son:

•           Darle permiso para viajar a Cuba a todos los estadounidenses.
•           Aumentar el apoyo a la sociedad civil en Cuba.
•           Autorizar la venta de equipo de comunicaciones a Cuba, incluyendo torres de retransmisión de telefonía celular, antenas satelitales, computadoras y teléfonos celulares.
•           Asegurarle a las instituciones financieras que el gobierno va a autorizar las transacciones bancarias necesarias para darle apoyo a las actividades con licencia para hacer negocios con Cuba.

La carta ignora el embargo. Es como si la ley Helms-Burton aprobada en 1996 no existiera. A la vez tampoco dice que pasos tiene que tomar Cuba para recibir estos regalos.

“Esta no es una petición para eliminar el embargo. Es una forma de expeditar los cambios en Cuba sin tener que lidiar con el Congreso Americano que lleva tres años”, dijo Carlos Saladrigas al Diario Las Américas. Sin embargo, agregó: “De alguna forma este esfuerzo levanta el embargo que existe contra el pueblo de Cuba”.

La lista de los que firma la carta es impresionante. Entre ellos están Jorge Pérez, multimillonario hombre de negocios; Jeffrey Davidow, ex Subsecretario de Estados para el Hemisferio Occidental; John Negroponte, que fuera Sub Secretario de Estado; Vicki Huddleston y Michael Parmly, quienes fueran jefes de la Sección de Intereses en Cuba: Lee Hamilton, ex Presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes; la congresista Jane Harman; Andrés Fanjul, de Fanjul Group; y el Rev. Leo Frade, Obispo Episcopal para la diócesis del sureste de los Estados Unidos.

Ninguno de los firmantes actualmente tiene cargo gubernamental. Pero ellos entienden que el Congreso no comparte sus ideas, así que han optado por ver si la Administración de Obama “aprovecha esta oportunidad sin precedentes para adelantar las negociaciones en una oportunidad que la opinión pública cree que el momento es propicio para mejorar las relaciones con el gobierno”.

No creo que tengan éxito. Sus rivales todavía no han respondido a la carta en forma directa. Sin embargo, el Senador Bob Menéndez, (D – NJ) presidente del Comité de Asuntos Internacionales en el Senado y su contraparte en la Cámara de Representantes, la congresista Ileana Ros-Lehtinen (R-Fl.) han dicho en muchas ocasiones que no apoyan esta idea.

Otra persona opuesta a lo que pide la carga José (Pepe) Hernández, presidente de la aún poderosa Fundación Nacional Cubano-Americano (CANF) quien le dijo a la BBC que todavía no era hora de levantar el embargo.

“Las cosas tienen que cambiar (en Cuba), y tenemos que ver otras reformas significativas”, agregó, tales como ver a Raúl abandonar el poder.

Hernández tiene toda la razón, ya que la ley estipula claramente que el embargo no puede levantarse mientras los Castro estén en el poder en Cuba.

 

Publicado originalmente en Martí Noticias.

Difícil pasar la ley migratoria este año

Los activistas que insisten en temas de inmigración, los republicanos en la Cámara de Representantes y el presidente Barack Obama están de acuerdo en que queda muy poco tiempo para que el Congreso apruebe una ley de inmigración este año.

En todo lo demás están en desacuerdo.

Este martes pasado Obama trató de suavizar las cosas hablando bien del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-Oh.). En esa ocasión, Obama dijo que él creía en las buenas intenciones de Boehner y que este también buscaba la forma de aprobar una ley que ayude a los indocumentados en este país.

Cinco días antes, sin embargo el presidente había amenazado que él podría diferir con una orden ejecutiva la deportación de los inmigrantes indocumentados que viven en el país, a menos que los Republicanos de la Cámara aprueben una ley similar a la pasada por el Senado que le abre paso a la ciudadanía a los indocumentados.

El congresista Mario Díaz-Balart (R-Fl.), también quiere que la Cámara pase una ley de inmigración pero advierte que sólo quedan tres meses para poder hacerlo este año.

Hay buena voluntad de muchas partes. Pero lo difícil es ponerse de acuerdo en el contenido de dicha ley.

Los mismos republicanos están divididos. Algunos creen que una ley de inmigración sería buena para el partido. Pero los miembros más conservadores del mismo están totalmente en desacuerdo. Ellos no creen que la Casa Blanca esté dispuesta a cumplir con una nueva ley que aumente la seguridad fronteriza y exija que las personas que buscan empleo en el país puedan probar que tienen derecho a hacerlo.

“No hay duda que nuestro sistema de inmigración no funciona”,  dijo Boehner. “Pero es imposible que los representantes electos por el pueblo aprueben nada hasta que ellos se convenzan que el presidente va a hacer cumplir la ley que nosotros aprobemos”.

El problema para los republicanos es que el presidente le ha ordenado al Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) que haga que sus agentes utilicen el sentido común antes de decidir que indocumentados van a deportar y a quien van a permitirle seguir en el país.

Organizaciones comunitarias hispanas protestan porque dicen que aunque el presidente habla bonito, su política a la hora de las deportaciones es draconiana. Apuntan que ya son más de dos millones los deportados. Entre ellos hay padres de hijos nacidos en este país que son ciudadanos estadounidenses. A la vez aseveran que no han visto ese famoso sentido común a la hora de decidir a quién deportan y a quién dejan en el país.

Hay casos de niños nacidos en Estados Unidos que tienen que irse a vivir a otros países porque sus padres han sido deportados. No importa que estos niños cuando lleguen a la mayoría de edad pueden reclamar a sus padres. Mientras, tienen que vivir en países totalmente desconocidos para ellos.

Este martes Obama repitió “que está dispuesto a llegar a un acuerdo para modificar la ley ya aprobada por el Senado. Agregó que lo único en lo que no cedería es que cualquier ley aprobada por las dos cámaras tiene que darle paso hacia una eventual ciudadanía.

Agregó que el cree que Boehner y otros republicanos en la Cámara quieren aprobar una reforma migratoria, pero necesitan un espacio político para librarlos de ataques de los que están renuentes a aprobar cualquier reforma de inmigración.

Lograrlo va a ser muy difícil.

Ya falta poco para las elecciones de noviembre y muchos republicanos temen que un voto a favor de una reforma migratoria puede poner sus escaños en peligro.

Analistas políticos dicen que están equivocados. Los distritos a la Cámara están diseñados de tal forma que es muy difícil derrotar a los que ya ocupan el cargo. Agregan que los congresistas republicanos podrían votar a favor de dicha ley sin peligro de perder en las próximas elecciones.

El voto hispano va a tener una enorme importancia en las elecciones presidenciales de 2016 y en las elecciones a nivel estatal.

Los que proponen una reforma apuntan a los jóvenes indocumentados que ya fueron beneficiados por una orden presidencial ejecutiva que les permite quedarse, estudiar y trabajar en este país. Ellos son un aporte a la economía del país.

En esa oportunidad el presidente actuó después que el Congreso no había pasado una ley de amnistía para los jóvenes indocumentados. Pero ahora, la cosa es diferente.

El vocero de la Casa Blanca Jay Carney dijo que ahora era necesario aprobar una ley. Eso quiere decir que va a ser casi imposible pasar una reforma migratoria este año.

Este artículo apareció originalmente en Martí Noticias