Tras el reciente despliegue realizado por Cuba en ocasión de la organización, en La Habana, de la Cumbre de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) resulta interesante preguntarse cuál puede ser el interés de un régimen autoritario que ha permanecido en el poder durante más de 50 años, por rodearse de gobernantes más o menos democráticos.
Mucho se ha hablado del giro que estaría realizando el gobierno cubano en materia económica en busca de recuperar sus finanzas y también se ha dado a entender que se están efectuando cambios en el ámbito político. Si esto fuera cierto, deberíamos ver también cambios en materia de política exterior con un gobierno que debiera mostrarse más cercano y proclive a juntarse con gobiernos democráticos.