El resultado electoral de último domingo 27, que hoy pareciera sucedió un año atrás por el giro que tomo el debate publico en torno al fallo de la Corte sobre la Ley de Medios, fue contundente pero confunde.
Se ha instalado la idea de fin de ciclo como si eso fuera la meta de llegada y el desenlace de un fenómeno político que termina. Aquí entonces lo que se pone en debate si el kirchnerismo como fenómeno político ha concluido, y por otro lado si el fin de ciclo kirchnerista supone un cambio en la Argentina.
Sobre el primer interrogante, no hay dudas de que es así. El kirchnerismo se ha destacado por su complejidad política. A lo largo de esta década había logrado sostener en superficie una infinidad de transversales al peronismo, intelectuales, artistas, militantes por los derechos humanos que, a gusto con el relato, sostenían el discurso frente a las clases medias urbanas y medios de comunicación. Por supuesto que con eso no gobernaba pero era lo que le daba nombre.