La confirmación por el Presidente Ben Bernanke de la Reserva Federal, la semana pasada, de que los días del dinero barato terminarán en el futuro cercano generó volatilidad en los mercados a lo largo del mundo. Pero, en los mercados emergentes, particularmente en los llamados BRICS—Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—la consecuencia fue una estampida de capital foráneo.
El Wall Street Journal cita una estimación que los flujos hacia afuera de los fondos mutuos dedicados a los bonos de los mercados emergentes, la semana pasada, aumentaron a $6,000 millones, desde $3,000 millones la semana anterior.