Después de años de intenso regateo y posturas espectaculares, en Washington DC, republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo bipartidista sobre el presupuesto federal de Estados Unidos. Las negociaciones fueron discretas y desprovistas de gestos dramáticos, pero el resultado fue limitado y parcial. En términos simples, el acuerdo no abarca “toda la enchilada”.
Una de las razones principales fue precisamente que los negociadores, conducidos por el representante Paul Ryan (republicano de Wisconsin) y la senadora Patty Murray (demócrata de Washington), se concentraron en un acuerdo limitado y por ende viable.