Una estabilidad transitoria

Los precios del petróleo permanecen estables en alrededor de $100 por barril, a pesar del severo invierno en Norteamérica, la confrontación entre Ucrania y Rusia y la agitación política en Venezuela. La explicación radica en tres factores identificados en el informe mensual, divulgado en París la semana pasada por la Agencia Internacional de Energía, la organización que agrupa a los principales consumidores de petróleo.

La reducción de inventarios de petróleo causada por el invierno severo y prolongado en Norteamérica ha sido compensada con mayor producción doméstica. Esta capacidad resulta de la utilización en Canadá y Estados Unidos de nuevas tecnologías de perforación y extracción. La producción de crudo en Estados Unidos aumentó de un nivel bajo de 5 millones de barriles por día (mbd) en 2008 a más de 8 mbd en 2013. Por ende, las importaciones netas de petróleo estadounidenses disminuyeron desde 12,5 mbd en 2005 a casi la mitad, 6,3 mbd en 2013.

Otro factor amortiguador es el aumento de 500,000 mbd en la producción de petróleo de Irak, a un promedio diario de 3,6 mbd, nivel que no se veía en 35 años. Las exportaciones de petróleo de Irak aumentaron en febrero a 2,8 mbd. El tercer factor es el aumento en las exportaciones mensuales de crudo de Irán, a 1,16 mbd en enero y febrero, por encima del límite impuesto por el acuerdo interino sobre el programa nuclear del régimen teocrático.

Es cierto, todo esto puede cambiar si hay una escalada de la confrontación en Crimea, o si la agitación política afecta la producción petrolera en Venezuela.

Energía en las Américas

Tres hechos están cambiando profundamente el panorama energético de las Américas. Todos ellos resultan de la persistencia de $100 por barril de crudo, lo cual ha viabilizado el uso de nuevas tecnologías.

En septiembre pasado, la Agencia Internacional de Energía dijo que este año Estados Unidos rebasará a Rusia como el mayor productor de combustibles líquidos, fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Estados Unidos ya es exportador neto de productos de petróleo refinado, lo cual no se veía desde 1949. Nuevas tecnologías, como la fracturación hidráulica y la perforación horizontal, han empujado las reservas de petróleo de Estados Unidos al mayor nivel desde 1985, mientras que las reservas de gas aumentaron 10 % al nivel más alto desde 1977.

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China 2030

Este es el título de un informe divulgado conjuntamente, el pasado marzo, por el Banco Mundial y el Centro de Investigación Sobre Desarrollo del Consejo de Estado de la República Popular China. El informe atrajo atención de nuevo, porque contiene proyecciones de crecimiento a largo plazo, como lo indica su título, hasta 2030. La proyección central es que el crecimiento económico disminuirá gradualmente, en medio de reformas económicas orientadas hacia colocar a China en el rango de las economías de alto ingreso.

El viraje hacia el crecimiento más lento en China parece haber comenzado. El último Panorama Económico Mundial, divulgado en Washington DC por el Fondo Monetario Internacional, vaticina una trayectoria de crecimiento más lento en Asia. Para China, la proyección es que el crecimiento disminuirá este año a 7,5 por ciento y a 7,25 por ciento en 2014, ambas tasas todavía vigorosas y dentro de las metas del gobierno.

A largo plazo, en un escenario de reformas sustantivas, la proyección es que el crecimiento de China disminuirá gradualmente, desde las tasas actuales de alrededor de 7 por ciento, a 5 por ciento en 2030. Esto significa una reducción de la mitad de las tasas de crecimiento de dos dígitos de décadas anteriores.

La expectativa es que en noviembre próximo la conferencia del Partido Comunista, conocida como el Pleno y celebrada cada cinco años, aprobará el plan de reformas, que contendrá las nuevas metas de crecimiento más lento.