Un proverbio chino, cuyo propósito es resaltar el deber de ser agradecidos, reza: “Cuando bebas agua, recuerda la fuente”. La gratitud es una de las virtudes más hermosas del ser humano. No existe libro sagrado que no destaque su nobleza: la Biblia, el Corán, los textos judíos y budistas, por sólo mencionar unos pocos.
Si algo sostienen en común esas escrituras, es la necesidad de agradecer siempre a la naturaleza, a nuestros semejantes y, fundamentalmente, a Dios, por lo que recibimos a diario. Pero, sobre todas las cosas, por la vida. ¡Sólo vivir es motivo para agradecer!
La gratitud está relacionada con la felicidad. Hay quienes dicen que ser feliz es muestra de agradecimiento, pero en realidad es a la inversa. Según el monje católico benedictino David Steindl-Rast: “Es la gratitud la que nos hace felices”.
Steindl-Rast pide profesar siempre gratitud, consciente de: “Cada momento es un momento dado […] es un regalo, no lo hemos ganado, no lo conseguimos de ninguna manera, se nos otorga. Además, no tenemos asegurado que habrá otro momento como este”. Por tanto, agradezcamos el ahora y la oportunidad que nos brinda para luchar por los sueños. “Si no tuviéramos este momento presente, no tendríamos oportunidad de hacer nada”. Continuar leyendo