Nadie discute el impacto negativo del estrés sobre la salud, entre otras razones porque todos somos víctimas de ese mal, en medio de una sociedad tan moderna como la que vivimos.
El estrés no solo daña la mente, sino que también perjudica la salud corporal. Interfiere de forma nociva en todo el quehacer cotidiano, tanto personal como profesional; atenta contra el sueño, la alimentación y las relaciones humanas. El estrés descontrolado termina desequilibrando nuestras vidas. Continuar leyendo