Hace unos días, le pregunté a un actor amigo sobre su próximo trabajo en televisión. Él me respondió: “Me gusta el personaje. Es el protagonista de la serie, pero no me preocupa su montaje, porque es un muy parecido a mí. No tendré que realizar mucho esfuerzo para interpretarlo”.
Y concluyó: “¡Ismael, lo más sencillo del mundo es ser uno mismo!”. Su frase final me hizo a pensar. ¿Será cierta? ¿Ser uno mismo es tan sencillo? Después de analizarla, llegué a la conclusión de que sí: es más fácil ser uno mismo que intentar representar otra cosa. Además, es hermoso y motivador. Continuar leyendo