El pasado 16 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, cuando la violencia genocida de la última dictadura se descargó sobre los estudiantes secundarios. En la noche del 15 y la madrugada del 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes de la Escuela Normal 3 de La Plata fueron secuestrados de sus domicilios por un grupo de tareas del Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Los jóvenes tenían entre 14 y 18 años, militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios y muchos habían participado en la lucha por el boleto estudiantil en 1975. Seis de ellos permanecen todavía desaparecidos.
37 son los años que pasaron desde entonces y hoy la juventud vive un nuevo proceso de politización, del que Marea Popular, la organización de la que formo parte, es una de sus tantas expresiones. Por eso no sorprende, pero sí enorgullece, que los más jóvenes entre los jóvenes sigan dando muestras de que nuestro pueblo merece una mejor suerte. Podemos mirar con optimismo el futuro sabiendo que estos pibes y pibas están dispuestos a pelear por un país digno, con educación pública, gratuita y de calidad.