Ñoquilandia

El que encendió la mecha fue el ministro Alfonso Prat-Gay, quien, en ocasión de su presentación de las metas fiscales y de inflación, se refirió al derroche del gasto público como la “grasa de la militancia”. El comentario hacía referencia a la cantidad de empleados que consiguieron su puesto en el Estado producto de sus vínculos políticos, en lugar de hacerlo por su capacidad técnica o por una verdadera necesidad de mayor personal.

El debate que siguió se centró en la cantidad de empleados “ñoquis” que, según un estudio de la consultora KPMG, se ubica entre 200 mil y 250 mil personas. Se suele llamar ñoqui al empleado que, sin función aparente, todos los días 29 pasa a retirar su cheque pagado por alguna dependencia u organismo estatal.

En aras de ordenar este derroche, el Gobierno comenzó a revisar todos los contratos de los últimos tres años. Para el ministro de Modernización, los despedidos ascienden a seis mil. Otras informaciones, sin embargo, ubican el número de despidos en 25 mil, si se suman empleados municipales y provinciales.

La cifra no debería generar alarma. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el Estado nacional, provincial y municipal hay 1,7 millones de empleados en relación de dependencia. Si a esto se añaden los contratados y quienes gozan de menor formalidad laboral, la cifra se aproxima a los cuatro millones. Es decir, la reducción de plantilla, tomando la cifra más elevada, es de solamente el 0,6% del total y del 10% de los supuestos ñoquis que cobran del Estado. Continuar leyendo

El precio del dólar blue sí es importante

El dólar blue vuelve a ser noticia. Luego de permanecer calmado e incluso deprimido durante la primera parte del año, la cercanía a la fecha de las elecciones y el continuo descontrol monetario colaboran para que su precio se ubique muy cerca de los máximos desde su nacimiento.

Frente a esta realidad, la estrategia discursiva del Gobierno es sencillamente el ninguneo. El jueves pasado, Axel Kicillof se preguntó retóricamente: “¿A quién le afecta la cotización del dólar?”. Durante el fin de semana insistió en la minimización del fenómeno al afirmar que el mercado del blue “mueve menos que la quiniela”.

Las declaraciones no sorprenden. De hecho, es una práctica común dentro del kirchnerismo. En 2012, el entonces ministro Hernán Lorenzino dijo que el dólar blue “no le importa a nadie”, en momentos en que este superaba los $ 10 por primera vez desde la convertibilidad.

Tal vez sea casualidad, pero justo los dos ministros que más devaluaron la moneda desde 2003 nos quieren hacer creer que el dólar no es un problema. Continuar leyendo