El pasado lunes se encontraron los cuerpos sin vida de los tres adolescentes israelíes perdidos desde el 12 de junio. El caso mantuvo en vilo al país durante las últimas semanas y alcanzó una enorme trascendencia a nivel internacional. Israel, y particularmente el primer ministro Netanyahu, responsabilizaron a Hamas, la organización terrorista palestina.
Este hecho, sumado al reciente pacto entre Hamas y la Autoridad Palestina, refuerzan la idea simplista de que estamos ante los dos bandos tradicionales en el conflicto: Israel versus Palestina. Sin embargo, al adentrarse en lo sucedido y en la relación entre las partes, la situación que se presenta es aún más compleja: Palestina, e Israel en algún punto, están lejos de ser actores homogéneos.