Sarmiento decía que “el poder, la riqueza y la fuerza de una Nación dependen de la capacidad industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen. Y la educación pública no debía tener otro fin que el aumentar esta fuerza de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean”. Evidentemente, el Gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, opina todo lo contrario. Parece empecinado en destruir la capacidad industrial, moral e intelectual de los bonaerenses. No es ninguna novedad que año tras año, nuestros chicos tienen cada vez menos días de clases. Cada inicio de ciclo lectivo es un suplicio para padres y alumnos; se pierden días y días de clases, porque el Gobernador, en lugar de consensuar antes con los maestros, espera hasta último momento, a sabiendas de que hasta que no arreglen salarios las clases no comienzan. Se ve que la educación no es prioridad para este Gobernador. La disminución de los cupos alimentarios impuesta por su administración, que puso en una situación muy grave a los comedores escolares de la provincia de Buenos Aires, pareciera ratificar esta conclusión. Dicho recorte, afectó al 30% de los chicos que recibían este beneficio, que traducido en números significa que dejó fuera del sistema a 500 mil chicos. Hubo que recurrir la medida judicialmente. Continuar leyendo