El déficit y las previsiones

Varios colegas de éstas y otras páginas, entre ellos Leo Zuckermann y Juan Pardinas, han manifestado sus dudas sobre las implicaciones de la legislación fiscal recién aprobada. El tema que suscita dudas se refiere al tamaño del déficit previsto para el año entrante, contrapartida ideológica si no financiera de la alianza del gobierno y del PRD para encaminar el paquete de cambios al esquema fiscal hoy vigente. Digo ideológica porque me da la impresión de que al PRD le interesa más la idea del déficit que sus números, y que al gobierno le atrae más la idea de una llamada “Reforma Hacendaria” que su contenido.

En mi versión, el problema radica en las consecuencias para el año entrante y en su caso para 2015, de una evolución aleatoria de las cuentas del gobierno. Ya he apuntado en estas líneas hace unas semanas que per se no me preocupa en exceso un año de déficit, ni me parece que 4,1%, en sí mismo, represente un nivel de endeudamiento excesivo para un solo año. Señalé que sólo me preguntaba si un déficit anunciado de esa magnitud no reflejaba en el fondo un relativo pesimismo del gobierno sobre el crecimiento del año entrante. Es decir que sólo recurriría a un gasto tan superior a los ingresos previstos si realmente pensara que en ausencia de un esquema contracíclico de esas dimensiones la economía seguiría estancada en 2014, o generando una expansión reducida. Pero este es sólo el primer motivo de mi escepticismo.

Continuar leyendo