En el camino de la recuperación de la república

El presidente Mauricio Macri decidió intervenir la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). Es una determinación inobjetable desde el punto de vista jurídico e imprescindible en el plano político.

Hagamos un poco de historia para darle contexto a esta nueva iniciativa del Gobierno. En 2009 el kirchnerismo perdió las elecciones legislativas. Como suele ocurrir, no se preguntó qué había hecho mal, sino que culpó a los medios por dar una imagen distorsionada. En especial al grupo Clarín, con el que hasta el año anterior había tenido una magnífica relación.

Entonces, procuró remediar ese mal a través de la ley de medios, que logró sancionar con la mayoría legislativa que conservaba hasta que los nuevos diputados y senadores asumieran sus bancas en diciembre de ese año. El cacareado propósito de la ley era asegurar la “pluralidad de voces”. El objetivo real era el opuesto: uniformar el discurso, premiar a los subordinados y castigar a los disidentes. Continuar leyendo