La pregunta es fácil. ¿Cómo promover el turismo en un lugar donde roban, violan, matan y secuestran? La respuesta es un baile, con un pasito p’alante y otro p’atras.
Empecemos por lo básico: México es un país geográficamente bendecido. Sin duda, México es uno de los lugares más bellos del mundo y, por lo tanto, digno de visitarse y revisitarse. Pero, al mismo tiempo, es una de las naciones más peligrosas. El promedio extraoficial de muertos por la narcoviolencia –que ronda en unos mil al mes– no se ha reducido significativamente con el nuevo gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.