Hace poco más de un año, se anunció la implementación del Plan Procrear Bicentenario, un programa de crédito para la vivienda que revolucionó el mercado financiero de crédito y produjo un gran impacto en un sector tan dinámico como es el de la construcción. En términos concretos, más de 35 mil familias de todo el país ya comenzaron a edificar y otras 35 mil fueron beneficiadas en el último sorteo, inyectando más de 7,500 millones de pesos a la economía real, generando en el primer trimestre del año un crecimiento del índice de la construcción del orden del 2,8 % (según datos del INDEC) en comparación con el 2012.
De ninguna manera es exagerado decir que estamos frente a un plan revolucionario, porque ese trata de una respuesta creativa a una demanda concreta de créditos hipotecarios por parte de las familias argentinas. Pero sobre todo es revolucionario porque está orientado a los sectores populares, que presentaban dificultades para acceder a los préstamos hipotecarios tradicionales que ofrecía el sector financiero.