Hace poco más de un año, se anunció la implementación del Plan Procrear Bicentenario, un programa de crédito para la vivienda que revolucionó el mercado financiero de crédito y produjo un gran impacto en un sector tan dinámico como es el de la construcción. En términos concretos, más de 35 mil familias de todo el país ya comenzaron a edificar y otras 35 mil fueron beneficiadas en el último sorteo, inyectando más de 7,500 millones de pesos a la economía real, generando en el primer trimestre del año un crecimiento del índice de la construcción del orden del 2,8 % (según datos del INDEC) en comparación con el 2012.
De ninguna manera es exagerado decir que estamos frente a un plan revolucionario, porque ese trata de una respuesta creativa a una demanda concreta de créditos hipotecarios por parte de las familias argentinas. Pero sobre todo es revolucionario porque está orientado a los sectores populares, que presentaban dificultades para acceder a los préstamos hipotecarios tradicionales que ofrecía el sector financiero.
Observando la política y la operatoria del programa, podemos detallar algunos elementos que convierten al plan PROCREAR en la mejor política crediticia hipotecaria de las últimas décadas.
Espíritu: La razón de que los créditos estén orientados para la construcción, y no para la adquisición de viviendas usadas, tiene que ver con el importante aporte del sector al círculo virtuoso de la economía nacional. Específicamente, el programa significó alrededor de 1,5% del PBI del año 2012. Si, en cambio, los créditos hubiesen sido orientados para la adquisición de viviendas ya construidas, se generaría un aumento en la oferta de dinero para comprar casas y departamentos, formando automáticamente una tremenda burbuja inmobiliaria producida por la suba de los precios de las propiedades. Además se perdería la gran cantidad de puestos de trabajos directos e indirectos que aporta la construcción.
Inclusión Social: Cualquier familia que concurre a un banco para solicitar un crédito hipotecario, generalmente trata de sumar la mayor cantidad de ingresos con el objeto de acceder a mejores condiciones de crédito. Esto es lo que tradicionalmente sucede en el sistema financiero. El programa PROCREAR invirtió esa lógica y, utilizando criterios de inclusión popular, su política establece que las familias de menores recursos sean las que obtengan las mejores condiciones crediticias. De esta manera, las personas de más bajos ingresos obtienen mejores tasas de interés y un mayor plazo para la devolución del préstamo.
Transparencia: Para dejar de lado cualquier discrecionalidad en el otorgamiento de los créditos, se implementó un sistema de sorteos periódicos que hicieron que el programa obtuviese la certificación del International Certification Network y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación, los cuales certificaron la calidad y transparencia de los sorteos llevados a cabo por la Lotería Nacional. También el plan posee un Sistema de Gestión de la Calidad, que cumple con los requisitos de la norma IRAM-ISO 9001:2008.
Desarrollo Local: A diferencia de algunos créditos sectorizados en alguna ciudad o provincia, el PROCREAR se ocupa de que todo el país se encuentre comprendido en el programa, tanto en la otorgación de créditos para las familias con terreno, como para los desarrollos urbanísticos sin terreno, apostando a una cuestión estratégica que es la de promover fuertemente las economías locales, que son en definitiva las que producen el desarrollo total e integral de las diversas regiones del país.
Otros criterios inéditos del PROCREAR tienen que ver con otorgar mayor posibilidad en los sorteos a las familias numerosas o con hijos discapacitados, reforzando el criterio de inclusión social. Asimismo, se han firmado numerosos convenios con municipios y provincias para que los beneficiaros del programa obtengan eximiciones o descuentos en el pago de las tasas de construcción y aprobación de planos, como así también en la celeridad para la gestión de dichos tramites.
Por cosas como las que se detallan aquí es que el plan PROCREAR pasara a la historia como una de las mejores políticas públicas implementadas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ya que tiene que ver con una demanda concreta y fundamental como es el acceso a la vivienda propia; por eso mismo nos permitimos modificar la conocida expresión para afirmar que “es la construcción, estúpido”, o por lo menos lo es para una gran cantidad de familias argentinas.