Recuerdo que cuando era chico me enseñaron el funcionamiento de la democracia de una manera muy simple. “Los candidatos dicen sus propuestas y uno vota al que considera que presentó las mejores”. “¡Qué pavada! ¡Qué cosa tan simple!” También recuerdo que con Mauro, mi mejor amigo, que además vivía a pocas cuadras de casa, hacíamos una supuesta elección a presidente de la cuadra. Los dos hacíamos campaña en las dos casas, montábamos una urna y uno era el ganador. Ejecutábamos nuestras propuestas y cada integrante de las dos familias debía elegir. Yo corría con ventaja porque mi familia tenía un par de integrantes más, pero de alguna forma siempre había un traidor y la cosa se emparejaba. Era tremendo el momento de las propuestas, debía ser más astuto que Mauro, buscar algo que logre convencer a nuestro electorado. ¡Qué complicado!
Claro, votar era fácil, lo difícil era ser candidato. Buscar algo que cambie el statu quo. Crecí y me vengo a dar cuenta de que mis padres, la formación cívica del colegio, mis peleas electorales con Mauro, fallaron. Ahora debo elegir entre la nada misma, porque nadie me cuenta para qué quiere ser presidente. Claro, ahora votar es lo difícil. ¿Cuáles son las principales propuestas de Daniel Scioli? ¿Cuáles son las propuestas principales de Mauricio Macri? No las dicen. ¿No las tienen? Scioli tiene miedo de tomar posición y a Macri un señor ecuatoriano le enseñó que la gente es boba y no quiere propuestas. Continuar leyendo