Viajes al exterior consumen más divisas en 2015

El informe sobre Evolución del Mercado Único y Libre de Cambios y Balance Cambiario del Banco Central correspondiente al primer trimestre de 2015 muestra algunas particularidades sobre la demanda de divisas. La más saliente es que creció de forma significativa el déficit turístico, que entre enero y marzo equiparó al rojo comercial de los rubros automotriz y energético sumados.

En los primeros tres meses de 2015 el déficit en el balance cambiario por turismo aumentó 19,4% respecto del mismo período del año pasado. El BCRA detalló que los egresos netos por turismo y viajes y pasajes ascendieron a u$s1.850 millones en el trimestre, contra los u$s1.549 millones de enero a marzo de 2014.

Por los conceptos de “Turismo y viajes” y “Pasajes”, la autoridad monetaria entregó entre enero y marzo de 2015 unos u$s2.170 millones, repartidos en Venta de billetes sujetas a validación fiscal y otros (u$s142 millones según el BCRA; u$s145,5 millones para la AFIP), Pagos de operadores turísticos (u$s297 millones), Gastos de turismo y viajes por uso de tarjetas en el exterior (u$s1.479 millones) y Pasajes (u$s251 millones).

“El incremento interanual de unos u$s250 millones en los egresos brutos por turismo y viajes y pasajes estuvo vinculado principalmente a mayores consumos con tarjetas en el exterior, compensado en parte por la caída en la compra de billetes para turismo”, indicó el informe del Banco Central.

Estos egresos superaron con creces los dólares ingresados por turistas extranjeros. Las restricciones cambiarias dispuestas en el mercado local y una inflación que hoy se ubica en torno al 30% anual atentaron contra el turismo receptor, mientras que incentivaron el emisor, en un mundo en el que la inflación es baja y muchos países decidieron devaluar sus monedas respecto del dólar, dinámica que los hizo más baratos para los turistas argentinos.

“Los ingresos por los gastos de turistas no residentes en el país, a pesar del aumento con respecto al trimestre previo de u$s37 millones, continuaron cayendo en términos interanuales y alcanzaron los u$s320 millones en el trimestre, un 14% menor a los ingresos registrados en el mismo trimestre del año anterior”, especificó el BCRA.

De esta forma el sector Turismo se encamina a ser el más deficitario de la economía en el corriente año -como ya lo había sido en 2013- al tiempo que otros rubros fuertemente deficitarios en términos de comercio exterior, como Industria Automotriz y Energía, reducen su demanda de divisas en 2015.

Menos dólares para autos y energía

El rojo de las empresas vinculadas al sector energético se recortó a la mitad en la comparación con 2014, pues entre enero y marzo de 2015 acumuló u$s852 millones contra u$s1.562 millones del mismo lapso del año anterior. En este concepto fue central la caída de los precios internacionales del petróleo, que prácticamente se redujeron un 50% entre 2014 y 2015. Por ejemplo, el 31 de marzo del año pasado, el crudo de Texas se negociaba en Nueva York a u$s101 el barril, contra u$s49 doce meses después.

El sector petrolero registró cobros de exportaciones por u$s802 millones en el trimestre, con un descenso interanual de 42%, mientras que las empresas vinculadas al sector (electricidad, petróleo y gas) registraron pagos de importaciones por u$s1.654 millones, con una caída interanual de 44%, monto que significó “un mínimo de pagos del sector para un primer trimestre desde el año 2011”, según el Banco Central.

En el primer trimestre de este año, el déficit automotriz disminuyó 31,5% interanual, a 686 millones de dólares. El rojo automotriz fue u$s1.002 millones entre enero y marzo de 2014. Según el BCRA, esta industria generó cobros de exportaciones por u$s1.667 millones en los primeros tres meses de 2015, con una contracción interanual de 13%, a la vez que registró pagos de importaciones de bienes por u$s2.353 millones (-20% interanual).

En ese aspecto, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) reportó al cierre del primer trimestre un total de 123.546 unidades construidas, un 16,2% menos respecto de las 147.416 unidades que se fabricaron en el mismo período de 2014. Entre enero y marzo se exportaron 60.402 vehículos, un 18,8% menos que los 74.348 enviados a diversos mercados en el mismo período de 2014.

El “impuestazo” a los autos de alta gama aplicado por el Gobierno el año pasado redujo las ventas internas y la demanda de unidades importadas. Los vehículos de más de $195.000 son gravados con una alícuota del 30%, mientras que los que superen los $241.500 tributan una alícuota del 50% de ese valor. En tanto, las ventas al exterior cayeron por el desplome de envíos a Brasil, destino de ocho de cada diez vehículos exportados por Argentina.

Turismo en el exterior, un “éxito” del modelo

En su informe sobre Evolución del Mercado Único y Libre de Cambios y Balance Cambiario, el Banco Central indicó que en el primer semestre del año el rubro Turismo registró un déficit de 4.500 millones de dólares, una salida de dólares equivalente a más del 70% del total de pérdida de reservas en el período.

En el segundo trimestre de 2013, el concepto turismo y viajes y pasajes representó egresos netos por unos u$s2.594 millones, con un aumento de 61% respecto del segundo trimestre del año anterior. Seis de cada 10 dólares de la cuenta de servicios fueron demandados para viajar al exterior, proporción que se incrementa en forma exponencial desde que se instauró el “cepo” al dólar. Los ingresos por gastos de turistas no residentes en el país ascendieron a u$s370 millones, lo que arroja un desbalance entre abril y junio por 2.224 millones de dólares.

Ya en el primer trimestre del año, el período de “temporada alta” argentino, el déficit por turismo y viajes y pasajes había ascendido a u$s2.280 millones, lo que totaliza una salida de dólares del país por u$s4.504 millones en sólo seis meses. En comparación a los u$s1.743 millones de déficit turístico que registró el semestre enero-junio de 2012, la salida de divisas casi se triplicó, con un alza de 158 por ciento.

Cabe aclarar que en el estudio de 2012 el Banco Central no incluye las compras de billetes en moneda extranjera que efectuaron los viajeros, las cuales fueron incluidas en el ítem “demanda de activos externos de residentes”, cuando entonces estaba autorizada por la AFIP la adquisición de “libre disponibilidad” o atesoramiento (vigente hasta el 5 de julio del año pasado). Esta diferencia probablemente exagera la brecha entre los montos anotados este año contra los del año pasado, pero no revierte una tendencia creciente que es indudable.

El informe del Balance Cambiario también mostró que el déficit comercial automotriz acumuló importantes u$s3.258 millones en el primer semestre, mientras que el rubro energético mostró un rojo de u$s2.151 millones, producto del pago de importaciones por u$s5.293 millones y exportaciones por 3.142 millones. La salida de dólares por turismo superó así en forma holgada a la de estos dos rubros, que le siguen en el análisis de la balanza de intercambio de bienes y servicios.

Sin cuestionar el derecho de los argentinos a demandar moneda extranjera y darle el uso que parezca más apropiado, incluso el esparcimiento, a esta altura es obligado discutir si la permeabilidad que ofrece el Gobierno para realizar pagos en el exterior con tarjeta al tipo de cambio oficial, con un recargo del 20% cada vez más insignificante (la brecha entre el dólar libre y el formal es de 62%), es pertinente, e incluso equitativa respecto de aquellos ciudadanos que no salieron del país.

Sucede que en un escenario de marcada pérdida de reservas, la distorsión cambiaria que impacta de lleno en el rubro turístico pronuncia más este declive, incentiva y prácticamente subsidia los viajes al extranjero, a la vez que penaliza al turista que llega a la Argentina y cambia sus dólares en un banco. Y, por qué no, también al argentino que decide veranear en su país, con costos crecientes por la inflación. Al desprenderse de esos dólares a una tasa de cambio de $6,74, el Banco Central orada el stock de activos con los que respalda los pesos que emite, cada día más devaluados, y que perciben todos los asalariados.

La Bolsa quiere revancha

En los últimos dos meses las acciones argentinas acusaron el impacto del embate oficial contra el dólar paralelo y sus precios ya son estimados como muy atractivos y tentadores para correr el riesgo de incursionar en la renta variable. Si observamos el desempeño del índice Merval, éste avanzó 17,3% medido en pesos (desde los 2.854 puntos del cierre de 2012 a los actuales 3.348 enteros), pero cayó un 6% en dólares, sin que los balances empresarios ni la actividad económica en general justifiquen esta pérdida de valor.

Esto se explica por la evolución del dólar financiero o “contado con liquidación”, utilizado para valuar los activos locales en divisa extranjera, que aumentó en el transcurso del año desde $6,81 a 8,48 pesos. Con este parámetro, si se traduce la puntuación del Merval en divisa dura, el índice retrocedió de los 419 puntos del 28 de diciembre a los actuales 394 puntos. En el mismo período, el dólar “blue” ganó un 25,6%, hasta los $8,58 del cierre del lunes.

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En busca del superávit perdido

El anuncio del secretario de la AFIP, Ricardo Echegaray, sobre un aumento del anticipo a cuenta de impuestos para las compras y pasajes al exterior con tarjetas de crédito y débito, extendido a otras operaciones en efectivo, no fue una sorpresa. La enorme brecha de casi 60% entre el dólar oficial y el informal vuelve una tentación viajar al exterior con un tipo de cambio subsidiado en los hechos. Frente a semejante diferencia, un 20% de recargo -con opción a la devolución en concepto de Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales- parece todavía un costo modesto.

Bajo el argumento de “evitar las maniobras de algunas agencias de turismo con ciertas financieras que compraban paquetes anticipados”, el organismo recaudador puso el foco en la salida de dólares del país por turismo y apeló a una nueva medida de corto plazo originada en las distorsiones que genera el atraso cambiario, a falta de iniciativas de política económica y monetaria de fondo que ataquen la inflación.

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