Confusión ante las drogas

Estos días la sociedad rioplatense se ha conmovido frente a la muerte de cinco jóvenes en una fiesta de música electrónica. Se trató, en el caso, de drogas sintéticas, producidas en laboratorios clandestinos (anfetaminas, metanfetaminas, etcétera), que vienen creciendo en el mundo. La semana pasada, incluso, se requisaron grandes cantidades de esas píldoras que venían de Europa.

Según los datos del último Informe Mundial sobre las Drogas (2015), no se registra un aumento explosivo de los consumidores: se mantiene un número del orden de los 246 millones, pero con unos 187 mil muertos por año. Además, han cambiado las tendencias: ha bajado en algo la cocaína, pero aumentó el consumo de cannabis y de las sintéticas, que además se diversifican constantemente con nuevos productos. En nuestro país, bajó la pasta base y han subido exponencialmente la marihuana y, algo más, las sintéticas. Continuar leyendo

De los vicios en tiempos del Estado regulador

Es notorio que la juventud contemporánea vive amenazada por el riesgo de adicciones, que se han transformado en la mayor causa de frustración. El alcohol y las drogas, empezando por la marihuana, son una oferta constante que aparece en un cierto momento de confusión y se va transformando, a veces por contagio, en ocasiones por simple rutina, en una adicción inmanejable. Desde hace algunos años se ha agregado la ludopatía, el vicio del juego, que en la muchachada ha entrado por dos vías: las “maquinitas” difundidas fuera de los casinos y el juego por internet, que felizmente en Uruguay -todavía- no es muy grande, pero está ya a punto de expandirse.

El tema es gravísimo. Tan grave como las drogas -y desgraciadamente desde hace ya tiempo-, se viene insistiendo en un proyecto que pretende crear un “superente” regulador, con facultades para regular el juego y dar permisos a voluntad, incluyendo a las “maquinitas” o slots, que pululan por todo un país transformado en un peligroso casino. Se habla de que existen 15 mil máquinas y sus propietarios hasta han constituido una sociedad gremial que pretende legalizar su actividad bajo el eslogan absurdo de “democratizar” el juego. Continuar leyendo