Hacia un verdadero desarrollo social

Fue muy oportuno por parte de Cambiemos, durante la campaña que nos dio la responsabilidad de gobernar esta querida Argentina, ser totalmente precisos en nuestras propuestas para aplicarlas, una vez asumidos los cargos, tal y como lo planteamos en aquel entonces, sabiendo de esa manera que contamos con el apoyo del pueblo argentino, que nos eligió exigiendo el cumplimiento de estas, para dejar así atrás un país arrasado en lo económico, vaciado en lo público y dividido en lo social.

De este modo, pasados apenas los primeros cuatro meses de un Gobierno aún joven, podemos decir con orgullo que estamos efectuando todo lo prometido paso a paso. Uno de los sectores más desfavorecidos de la última década fue el campo, el corazón productivo, que, aunque parezca mentira, dejó de ser rentable en la Argentina, al mismo tiempo que los precios internacionales fueron de los más altos de la historia.

Luego de medidas concretas tomadas por el presidente Mauricio Macri, como la salida del cepo cambiario, la supresión de los Registros de Operaciones de Exportación y la eliminación de las retenciones a todos los productos agrícolas, con excepción de la soja, a la cual se le redujo en cinco puntos, se sentaron las bases para el optimismo de los productores a la hora de tomar decisiones, lo cual comienza a hacerse notar y se verá reflejado con el paso de los meses. Continuar leyendo

Argentina: un paciente en recuperación

Cuando un médico va a tratar a un paciente, lo primero que hace es ver su historia clínica. Allí conoce qué es lo que ocurrió con él y, a partir de ella, podrá tomar las medidas para sanarlo y que vuelva así a su vida cotidiana. Ahora bien, ¿qué pasaría si el doctor recibiese una historia clínica adulterada, con información falsa y totalmente tergiversada sobre el estado real de esta persona? Pueden imaginarse que esta situación requeriría de dos actitudes por parte del médico: primero, deberá realizar todos los estudios necesarios para conocer la verdadera condición del enfermo y, una vez que cuente con datos verídicos, hará todo lo necesario para lograr la recuperación.

El pasado 10 de diciembre recibimos un país en estas circunstancias; parece algo digno de una película, pero no, es la realidad argentina. Ministerios desmantelados, deudas siderales en todas las áreas, gente que cobraba sin realizar trabajo alguno y, algo especialmente importante, los datos que el Gobierno kirchnerista dejó eran simplemente una enorme mentira.

Para dar a conocer un poco la situación, aunque de manera resumida, teniendo en cuenta que el presidente Mauricio Macri ya se explayó al respecto hace tan sólo días, quiero pasar en blanco algunas preocupantes cifras de la pasada gestión: durante los años en los que el matrimonio Kirchner ocupó el sillón de Rivadavia, el empleo público aumentó en un 64%; el déficit fiscal —es decir, lo que gasta el Estado por encima de lo que recauda— es del 7% (¡uno de los más altos en nuestros dos siglos de historia!). Como consecuencia, durante doce años han emitido dinero de manera descontrolada e irresponsable, lo que implicó acumular un 700% de inflación, sin duda alguna, deliberadamente utilizada como herramienta para continuar con su manera de gobernar. Continuar leyendo

La anormalidad de la normalidad

Como todos saben, la Argentina fue una de las cinco mayores potencias del mundo hace aproximadamente un siglo. Nuestras exportaciones superaban ampliamente las de muchísimos de los países que hoy llamamos de primer mundo, la tecnología llegó muy temprano, nuestra educación fue un ejemplo para el planeta —fuimos los primeros en acabar con el analfabetismo—, nuestras ciudades se expandían e inmigrantes de todas partes del mundo llegaban a nuestras tierras, como nuestros abuelos, para elegir a este joven país por sobre los Estados Unidos, debido a lo asombroso de nuestro esplendor.

Esos tiempos dorados terminaron hace muchísimos años, de la mano de políticos inescrupulosos que nos han llevado a niveles cada vez más vergonzosos de atraso, hasta culminar este proceso con las presidencias de la dinastía Kirchner, quienes durante sus doce años al frente del Ejecutivo se encargaron de alejarnos del mundo productivo y, con ello, de distanciarnos tanto de la prosperidad que llegamos incluso a olvidar de lo que somos capaces en realidad. Continuar leyendo