El kirchnerismo intenta una jugada para acelerar los tiempos políticos y lograr una definición pública de Martín Insaurralde. El gobernador Daniel Scioli y el cristinismo puro ya saben que el ex intendente de Lomas de Zamora se sumará al partido de Sergio Massa en el 2015 y buscan que su estrategia quede al descubierto. No le perdonan la traición.
Carlos Kunkel y Elisa Carrió olvidaron sus diferencias políticas para avanzar en un acuerdo parlamentario. Los legisladores quieren evitar la proliferación de dirigentes con dos mandatos vigentes elegidos por el voto popular. El destinatario del proyecto es Insaurralde, tal como refleja esta nota de Infobae. Pero también afecta a otros dirigentes que fueron elegidos hace apenas pocos meses.
El borrador se enfrenta a algunas complejidades técnicas. En la Argentina las leyes no tienen efecto retroactivo y de la redacción de la norma dependerá el nombre de sus primeras víctimas. Sin embargo, más allá de los enfrentamientos políticos de ocasión, la idea surge como una brisa fresca para las pisoteadas instituciones de la República.