Ciudades como Brasilia, Dubái y, sin irnos tan lejos, La Plata, son urbanizaciones planificadas, porque nacieron donde no había nada, producto de una decisión político-administrativa. Crear ciudades con un plan de diseño, planificación, ejecución y seguimiento urbanístico ajustado a las necesidades de dicho entorno es un ideal pocas veces posible de realizar.
En general, la realidad es bastante más compleja. La gran mayoría de nosotros nacimos en ciudades que se fueron desarrollando de una forma disfuncional, con nula planificación, que se convirtieron en localidades desorganizadas, con problemáticas que contemplan cuestiones financieras, cambio climático, transporte, vivienda, residuos, inseguridad, etcétera. En este sentido, un mapeo de las grandes problemáticas urbanas de nuestra región nos muestra que el 25% de las personas vive en asentamientos informales; se trata menos del 20% de las descargas cloacales; la inseguridad es una constante y nuestras ciudades son las responsables del 80% del dióxido de carbono.
Nuestro Presidente tuvo el compromiso, desde el primer día de su gestión, de trabajar hacia la meta de 100% agua, 75% cloacas y más y mejor acceso a la vivienda. Decididos a alcanzar este objetivo, como piso básico para construir una sociedad más equitativa, desde la Secretaría de Asuntos Municipales impulsamos la iniciativa de generar ciudades planificadas y sostenibles, combatir los problemas de hoy con una visión de largo plazo que traiga soluciones concretas, definitivas y no paliativas. Continuar leyendo