La escandalosa persecución del kirchnerismo al fiscal Campagnoli

El juicio político contra Campagnoli quedó pausado, sin definiciones. El jury no puede llegar a un acuerdo sobre quién debe reemplazar a la jueza que renunció. Mientras tanto, el fiscal José María Campagnoli continua separado de su cargo, de manera inaceptable, por investigar relaciones directas con el poder central.

En un caso que carece de cualquier tipo de precedentes, la situación de Campagnoli se convirtió en un escándalo donde el kirchnerismo hace y deshace con su habitual torpeza. Ahora, en una medida insólita e inusual para este tipo de causas, solicitó ayuda a un departamento de investigación norteamericano para que investigue cuentas “pro Campagnoli” de la red social Twitter.

No es el primer hecho propio de un Estado totalitario y de desprecio por la libertad de prensa: la suspensión de Campagnoli es un acto reflejo del oficialismo para tapar los hechos de corrupción más burdos de estos últimos diez años.

El Tribunal de Enjuiciamiento, donde el kirchnerismo parecía tener una cómoda mayoría, se desmembró. Para la defensa de Campagnoli, el juicio según marca la ley está caído por una razón clave: pasaron más de diez días sin audiencia y eso no puede ocurrir. Por eso, acompañamos el pedido de inmediata reincorporación del fiscal suspendido.

La situación de parálisis debe resolverse antes de octubre dado que el jury caduca pasados los 180 días. Cumplido este plazo, Campagnoli debe ser repuesto  en el cargo.

La justicia independiente, es una vez más, la barrera de contención mas fuerte cuando se quiere avanzar contra las instituciones republicanas.

Repsol y la impagable deuda ambiental

La empresa española Repsol, que acordó unilateralmente con el gobierno argentino la compensación por la estatización de YPF, decidió hace unos días la venta del resto de las acciones que conservaba en la petrolera nacional. En pocas palabras, se fue lo último que quedaba de Repsol en YPF y nos deja una deuda impagable: la ambiental.

La estatización, como venimos denunciando desde un principio, es compleja. Al pasivo ambiental provocado por la petrolera española, tema que el kirchnerismo prefirió dejar a un lado, se suma el pago que las provincias con sus arcas diezmadas deberán realizar a Repsol. 

El kirchnerismo toma otra vez un atajo para evadir la ley. El precio, en lugar de ser acordado por el Tribunal de Tasación, se pacta directamente con Repsol. El gobierno nacional emite deuda por seis mil millones de dólares para saldar la expropiación de la petrolera. Es decir, van 6000 millones de dólares para los que saquearon YPF. Repsol es una de las empresas que más ha lucrado con nuestros recursos naturales, así como también una de las que más ha contaminado en los lugares donde ha operado.

Repsol se va de Argentina sin pagar un solo peso por el daño irreparable que provocó a nuestro suelo y a sus pobladores. La huella ambiental debería saldarse recomponiendo según lo establece la ley. Y en caso de que no sea factible, se debería haber establecido una indemnización. El kirchnerismo eligió hacer oídos sordos a nuestros argumentos.

Desde nuestro espacio político trabajamos para que los delitos ambientales sean considerados imprescriptibles. Para que por más que se vayan, el día de mañana no estén caminando por la calle o haciendo negocios otra vez aquellos que de manera irresponsable accionaron contra generaciones futuras.