La revelación de que el Banco HSBC inscribió 4.000 cuentas secretas de argentinos en Suiza terminó de tirar abajo la cantinela de que el país padece una “crisis de financiamiento”. Si a través de un solo banco se habrían evadido impuestos, según la Afip, por unos 10.000 millones de dólares, ¿qué cabe esperar de la fuga de capitales considerada en su conjunto? En la lista de los autores del desfalco, que la Afip difundió a cuentagotas el pasado viernes, están el grupo Clarín y Deutsche Bank hasta los “ex amigos” K Midlin (Pampa Holding) o Ezquenazi, y también los emblemas de la patria sojera, como el grupo Grobo. Según algunas estimaciones, los capitales argentinos en el exterior alcanzan los 200.000 millones de dólares, una cifra similar a la deuda pública en dólares que está en manos de acreedores “externos”.
Extorsiones recíprocas
De todos modos, el gobierno ni siquiera ha destapado un caso novedoso. Las revelaciones sobre las maniobras internacionales del HSBC eran conocidas desde 2006-2008, cuando un ex empleado de la entidad le entregó a la Justicia francesa los datos de miles de depositantes clandestinos en Suiza. Echegaray dijo haberse reunido con el “informante” a comienzos de este año y contar con los datos desde hace varios meses. Continuar leyendo