Todo se simplifica. Ahora todo es exprés.
Ya no son necesarios los complicados mecanismos que surgen de un librito delgado, de pocas páginas, llamado Constitución Nacional.
Ahora son vetustos esos anticuados conceptos (antes los llamábamos garantías) de “juez natural” y de “debido proceso legal”.
Ahora es el cambio. El nuevo modelo de vida. El novel relato…
Remover un magistrado judicial que no se adapte a la “nueva era” por estos días es cuestión de segundos.
“¡Marche un juez abolicionista!”. “¿Para cuándo esos camaristas desestimadores?”. “¡Hace media hora que pedí un fiscal archivador!”. Y así.
El Poder Judicial hoy está compuesto por sus cuadros permanentes y por una legión de “suplentes” dispuestos a ingresar a la cancha cuando el técnico lo decida y “para lo que guste mandar”. Continuar leyendo