Inaugurar cárceles es políticamente incorrecto. Nadie quiere la foto cortando cintas entre rejas y muros. Nadie quiere el epígrafe “Ellos construyen cárceles… Nosotros escuelas, hospitales y fábricas”, en los afiches de la próxima campaña electoral… Y de la próxima. Y de la próxima.
Inaugurar cárceles supone inversiones millonarias en obras públicas de arquitectura antipática; sin posibilidad de marquesinas, fotografías gigantes del gobernante de turno, color de pintura partidaria o carteles que indiquen “Fulano cumple”… Continuar leyendo