Cuando Diana Cohen Agrest -doctora en Filosofía y madre de Ezequiel, asesinado en una entradera- nos convocó para crear una “Usina de Justicia”, un soplo de aire fresco inundó los laberintos de nuestras atribuladas almas. Una luz de esperanza se encendió en la larga noche de la desidia y la inacción estatal frente a los gravísimos problemas que acarrean el crimen y el criminal.
Usina de Justicia es un grupo apartidario de argentinos y argentinas que no se resignan frente al discurso y la (in) acción oficial respecto del delito y del delincuente. Continuar leyendo