Lo que importa es resolver los problemas de la gente. Las ideologías son cosa del pasado. La dicotomía “más mercado” o “más Estado” es falsa. El pragmatismo y sobre todo la honestidad es lo que importa. Nos permitimos disentir con el planteo anterior. El diseño de las reglas de juego que guían la organización económica de un país requiere más que sentido común y supuesta armonización de intereses entre partes.
El reciente affaire entre el gobierno argentino y la empresa LAN ilustra a las claras lo que está en juego. La presidenta acusa a Chile de no “ofrecer reciprocidad” en lo relativo a acceso a rutas en el vecino país. ¿Por qué esto resulta una variable a tener en cuenta? Lo que como argentinos nos importa en definitiva es el acceso al transporte aéreo barato y de buena calidad, cosa que puede ofrecer en mejores condiciones un mercado aéreo local más competitivo. Nos conviene que LAN ofrezca vuelos aquí, aún cuando Aerolíneas no lo haga en Chile. Que Aerolíneas penetre en otros mercados si Chile no lo permite, o que venda aviones y reduzca personal si tiene recursos ociosos. Es lo que cualquier empresa haría. Mariano Recalde, el mandamás de Aerolíneas, reclama para “nuestra” compañía privilegios que en última instancia los pasajeros o los contribuyentes terminan pagando.