Persecución a los cristianos: no seamos socios en el silencio

James Foley, periodista fotográfico de tan sólo 40 años fue ejecutado esta semana, de la manera más cruel, en tierras sirias, a manos de unos salvajes, como los denominara el New York Post en su portada, ya que no cabe otro adjetivo. Yihadistas islámicos pertenecientesal EIIS ( Ejército Islámico de Irak y Siria) lo decapitaron. Pero no les fue suficiente con semejante acto vandálico. Lo filmaron y subieron el cruento video del asesinato a la red titulándolo “Mensaje a América”, difundiendo así su cobarde hazaña con el fin de dominar por el terror.

Los pecados de Foley: ser cristiano católico y norteamericano. De rodillas, vestido con una túnica naranja y esposado con sus manos en la espalda, murió como un grande, un héroe, un mártir, mostrando dignidad y coraje hasta el final. Le mostró al mundo entero, tanto con su vida como con su muerte, las atrocidades que están llevándose a cabo en una de las partes más violentas del mundo donde reinan la intolerancia, la barbarie y la tiranía.

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Un año después, Medio Oriente sigue en llamas

Hace poco menos de un año, al regresar de un intenso viaje por Israel y Palestina, escribí que veía imposible el que ambos países pudieran llegar a un acuerdo de paz. Y desgraciadamente no me equivoqué. En aquel momento, recién se iniciaban las negociaciones encausadas por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien parecía ser el único que podía lograr semejante hazaña debido a su buena relación personal tanto con el premier israelí, Benjamín Netanyahu, como con Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina.

Se fijó un período de nueve meses para negociar, que llegó a su fin de la peor manera. Israel no cumplió en liberar en tiempo y forma a presos palestinos como habían acordado; Abbas, en represalia, decidió como primera medida adherirse a convenios internacionales, transgrediendo así una prohibición que tenía, al menos durante el tiempo que duraran las negociaciones. Pocos días después fue aun más allá, desafiando todo lo imaginable y sellando un acuerdo de unificación con Hamas, grupo que gobierna la Franja de Gaza y que es considerado un grupo terrorista enemigo acérrimo de Israel. Más tarde llegó el secuestro de los tres jóvenes israelíes con su trágico y brutal final en manos palestinas de Hamas. Esto fue el principio del final de tiempos de relativa calma para los habitantes de ambos lares. Inmediatamente llegaría la venganza, con la muerte de otro joven inocente, esta vez palestino, en manos de israelíes.

Aquel agosto del 2013, estando en Jerusalén, escuché a un ex alto mando de los servicios secretos israelíes decir que todas las conversaciones de paz pendían de un hilo, ya que bastaría con que Hamas tirara un misil  para que las mismas concluyeran precipitadamente. Y lo temido sucedió, aunque no fue un misil. En tanto el odio, la sinrazón y violencia de quienes lideran Gaza no cese  y sean finalmente dominados por los moderados de Fatah, que sí quieren la paz junto con los miles de civiles palestinos que están cansados de morir inútilmente, esto será un camino sin fin. Palestina necesita paz para poder empezar a crecer económicamente, recibir ayuda y sacar así a su pueblo de la miseria en la que se encuentra inmersa. Israel, por el contrario, es un vergel, con una economía pujante y un poderoso ejército. Pero aún así, una guerra no favorece a nadie, sólo trae muertes y destrucción.

Es increíble pensar que tanto odio rodea a Tierra Santa, un lugar tan sagrado y venerado por las distintas religiones como habitantes del mundo. Si en Jerusalén  conviven pacíficamente musulmanes, judíos , cristianos y ortodoxos, ¿por qué fuera de sus muros tiene que correr tanta sangre? Seguramente muchos de los llantos que se escuchan al acercarse al Muro de los Lamentos y que conmueven hasta lo más profundo del alma tengan que ver con esto, con pérdidas de seres queridos de la forma más inútil.

Se sabe como comenzó, no cuándo ni cómo acabará. Algunos temen que se produzca una tercera Intifada, lo cual sería no sólo una tragedia por las muertes que traería, sino también porque mostraría al mundo entero la incapacidad de los organismos internacionales -que fueron creados después de dos grandes guerras con esta finalidad- para evitar conflictos de esta escala. Evidentemente, hay algo -o mucho- que las Naciones Unidas no está haciendo bien. Sería bueno revisar su estructura, modernizarla y adecuarla a los nuevos tiempos y desafíos. Ya es hora de hacerlo y corregir su mal funcionamiento.

Mientras tanto, en Siria, la guerra continúa. Ya lleva tres años y un saldo de 170 mil vidas. Esto es el equivalente a 155 muertes por día de manera constante. Como premio, y en unas elecciones poco transparentes, Bashar al-Assad nuevamente ganó y va por más. Entregó las armas químicas -según lo acordado en Ginebra- y las mismas están siendo destruidas en alta mar por rusos y norteamericanos. La pregunta del millón es si las habrá entregado todas o tendrá más escondidas. ¿Quién monitorea eso? ¿Serán los mismos que dijeron que en Irak había armas de destrucción masiva? Assad tuvo el tiempo suficiente para esconder parte de ellas -o hasta quizás pasárselas a su aliado Irán para que las tenga en custodia.

El  EIIS, Estado Islámico de Irak y Siria, quienes comenzaron peleando contra Al Assad junto a los rebeldes y Al Qaeda, hoy han tomado fuerza propia y pelean su propia guerra en Irak. Se proponen avanzar y recomponer lo que alguna vez fuera el Imperio Otomano y convertirlo en un Califato Islámico, locura sin fin de un grupo armado hasta los dientes que no conoce límites y actúa con total brutalidad, como si vivieran en tiempos medievales. Ya no se trata de sunitas y chiítas sino de un grupo de fundamentalistas islámicos que hacen avergonzar al propio islamismo y que interpretan el Corán según les plazca.

Misiles vuelan de un lado a otro a modo de fuegos artificiales y poblaciones tienen que someterse y acostumbrarse a ello, viendo morir a sus jóvenes por culpa de un grupo de enajenados y algunos líderes que no están a la altura de las circunstancias. Irán, frente a todo este desborde regional, pasó a un segundo plano. Rohani seguramente sacará provecho de la situación, y seguirá jugando con su buena voluntad y diplomacia mientras el enriquecimiento de uranio sigue su curso.

Una región que vive en el pasado y el odio, guerrera por naturaleza, donde pareciera ser que el conflicto y la violencia no pueden ser reemplazados por la cordura y el sentido de la vida. Habrá que esperar muchos años más para que las nuevas generaciones, por haber nacido y sufrido las guerras, finalmente anhelen tanto la paz que trabajen incansablemente para obtenerla.

Medio Oriente: incendiarios y bomberos

Con este título apareció en la edición de ayer del New York Times una columna de Thomas L. Friedman, periodista a quien sigo habitualmente y con quien comparto mucho de sus pensamientos. Comienza preguntándose cuál es la pelea real en Medio Oriente hoy. ¿Es sectaria (sunitas versus chiítas) y nacional (israelíes versus palestinos y árabes versus persas)? ¿ O es algo más profundo? La respuesta en este caso se la da Nader Mousavizadeh, un ex oficial senior de Naciones Unidas y co-fundador de Macro Advisory Partners, una firma de consultoría geopolítica, quien responde que la lucha real en la región es entre incendiarios y bomberos. Aquellos que quieren sembrar el caos y aquellos que quieren la paz.  Son los líderes los que establecen las pautas y los pueblos los que sufren las consecuencias.

Friedman adhiere en que hay mucho de cierto en esto. Los fuegos sectarios y nacionalistas que vemos en Medio Oriente no son naturales e inevitables como una gran mayoría podría pensar. Según Mousavizadeh, estos son producto de incendios maliciosos provocados por líderes en estos países para avanzar en objetivos políticos, económicos y de seguridad de escasa y estrecha visión. En Occidente, como consecuencia de una mezcla de fatiga y fatalismo, reducen peligrosamente a la creación de una narrativa irreversible de conflicto sunita-chiíta . Esto es históricamente falso y libera a su vez a los líderes de la región de ejercer el poder de manera legítima y responsable. Agrega que las divisiones sectarias son reales, pero las erupciones provocadas por estas pueden ser evitables. Son los incendiarios quienes prenden las llamas en estos sectarios que por sí solos se extinguirían  fácilmente. Son los líderes los que se encargan de azuzar el fuego, echando combustible y dando más aire para propio beneficio.

¿Cómo funciona esto? Bashar al-Assad, presidente de Siria, es un incendiario. Cuando se vio confrontado a una protesta pacífica contra su gobierno tiránico, abrió fuego contra los manifestantes, esperando provocar que la mayoría sunita en Siria respondiera con violencia a su minoría alawita- chiíta gobernante. Funcionó y ahora Assad se presenta como el defensor de una Siria secular contra fanáticos sunitas.

El primer ministro Iraquí, Nuri Kamal al-Maliki, es otro incendiario. En el mismo minuto que las tropas estadounidenses se retiraron de Irak, Maliki deliberadamente arrestó a líderes sunitas, los privó de sus presupuestos y dejo de pagarles a las tribus sunitas que se levantaron contra Al Qaeda. Con esto logró que los sunitas respondieran con violencia. Finalmente, Maliki se presentó en las últimas elecciones como el defensor de la mayoría chiíta  frente a los “terroristas” sunitas. La estrategia había funcionado.

El general Abdel Fattah el-Sisi en Egipto, lanzó una violenta campaña contra los Hermanos Musulmanes, matando, hiriendo y arrestando a cientos de sus miembros. Tiempo más tarde se presentó como candidato a la presidencia como el defensor de Egipto contra los “terroristas” de dicha fuerza política y ganó.

Los extremistas palestinos que recientemente secuestraron a tres jóvenes israelíes son también incendiarios. Su intención fue terminar con el intento de recomenzar las charlas de paz entre palestinos e israelíes y avergonzar a los palestinos moderados. Algunos radicales judíos en el gabinete gubernamental Israelí como Naftali Bennet y el ministro de vivienda Uri Ariel también son incendiarios. Ariel deliberadamente anunció planes de construir 700 nuevas unidades de viviendas para judíos en el Este Árabe de Jerusalén, torpedeando así la negociación diplomática llevada adelante por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. Y lo lograron.

También hay bomberos en todos estos lugares que quieren la paz. Personas como Tzipi Livni y Shimon Peres en Israel, el ex primer ministro palestino, Salam Fayyad, Mohammad Javad Zarif en Irán y el Ayatollah Ali al-Sistani en Irak, pero que hoy se ven abrumados por las pasiones desatadas por los incendiarios.

Es difícil para aquellos que no han vivido en el mundo árabe comprender que chiítas y sunitas en lugares como Irak, Líbano y Bahrain, se casan entre sí sin importar el grupo al que pertenecen. Se los llama “sushi” (por mezcla de sunitas y shiites en su pronunciación en inglés ). Las masacres sectarias no son la regla. Una encuesta recientemente publicada por Zogby Research Services, llevada a cabo en siete países árabe , muestra que  una gran mayoría de personas en estos países está a favor de políticas estadounidenses que apoyen una solución pacifica al conflicto en Siria, conjuntamente con más apoyo a los refugiados sirios.  La mayoría también se opone a cualquier tipo de intervención militar por parte de los Estados Unidos en la región o al apoyo armamentístico de los grupos opositores.

Con el liderazgo adecuado, los habitantes de esta región pueden salir adelante y convivir pacíficamente entre sí.  La división de Irak en tres partes no es la elección del pueblo.

De seguro, la armonía entre las diferentes sectas requiere de orden, pero este no debe ser impuesto por una mano de hierro. Los iraquíes en abril pasado tuvieron elecciones justas llevadas adelante por sí solos. Quedó probado que lo pueden hacer. Estas sociedades necesitan pasar de ser gobernadas por “mano de hierro” a tener instituciones de hierro que sean legítimas, inclusivas, responsables y lo suficientemente fuertes como para enmarcar y sostener a la sociedad en conjunto, asegura Mousavizadeh.

Esto requiere del liderazgo adecuado. Entonces, cuando estos líderes vayan a Washington a pedir intervención, ayuda económica o armamentos, la pregunta que deben hacerles los políticos estadounidenses es: ¿Ustedes son incendiarios o bomberos? De acuerdo a la respuesta, accionar.

ONU: Siria, otro claro fracaso en la resolución de conflictos internacionales

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue fundada en San Francisco, California , en octubre de 1945 , al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Vino a reemplazar a la Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, ya que dicha organización había fallado en su propósito de evitar otro conflicto internacional.

Sus objetivos han sido facilitar a nivel global la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos. Desde su creación hasta la actualidad se han sucedido distintas guerras alrededor del mundo, sin que este organismo tenga mayor incidencia ni logre buenos resultados en la resolución de las mismas. Sería hora de rever su constitución, en especial la composición de su Consejo de Seguridad, con sus cinco miembros permanentes con derecho a veto que paralizan constantemente cualquier tipo de decisión o avance en la resolución de los conflictos armados alrededor del mundo. La guerra en Siria es un claro ejemplo de su ineficiencia donde ni siquiera puede hacer llegar ayuda humanitaria siendo esto un papelón con mayúsculas.

El Consejo de Seguridad esta formado por 15 países, de los cuales 5 son miembros permanentes con derecho a veto. Estos son: EEUU, Francia, Reino Unido, China y Rusia. Cualquier resolución emitida por el Consejo puede ser vetada por cualquiera de estos miembros. Los 10 asientos restantes son rotativos y se cambian cada dos años por votación entre los 193 países miembros de la organización. Los tiempos cambian y las instituciones deben readaptarse efectuando las modificaciones necesarias para cumplir de manera más eficiente y eficaz con los fines para los que han sido creadas.

Desde comienzo de año, el Consejo de Seguridad ha discutido no menos de 18 veces el tema de la guerra en Siria, y ha dedicado otras 13 sesiones a los sucesos recientes en Ucrania. Esto ha sido el máximo logro, discutir y hablar sin resolver nada. No ha aportado una hoja de ruta para ayudar a resolver los conflictos.

En el caso de Siria, Rusia ha vetado tres resoluciones en tres años, que condenaban al régimen sirio de Bashar Al Assad, por ser este un protegido del presidente ruso Vladimir Putin. Recién en febrero del 2014 el Consejo logra aprobar la resolución de ayuda humanitaria a Siria con el apoyo de Rusia y China. Para este entonces Rusia vio conveniente ceder ya que enfrentaba un conflicto en Ucrania donde su aliado y presidente, Víctor Yanukovich, estaba siendo acorralado por las revueltas . Esto demuestra que al final todo es una cuestión de conveniencias, de tira y afloje entre las grandes cinco potencias con poder de veto, mientras los demás pagan el pato.

La guerra civil en Siria lleva ya más de tres años, con un escalofriante saldo de 150.000 muertos, según datos difundidos por el Observatorio Sirio de Derecho Humanos (OSDH). De este total de muertos, 51.212 son civiles y 7.985 son niños. El resto son soldados y combatientes de uno y otro bando. Yo me pregunto ¿ quién está velando por los derechos humanos de estos inocentes? ¿ Cuántos más van a tener que morir para que algo cambie? Seguramente el pueblo sirio entero se debe estar preguntando que pasa en el mundo que se han olvidado de ellos.

En la resolución aprobada, el Consejo de Seguridad exige a todas las partes, en particular a las autoridades sirias, que permitan el acceso al país, en forma rápida y segura, de las agencias humanitarias de la ONU y sus colaboradores a través de las líneas de batalla y de las fronteras. De no permitirlo, el Consejo de seguridad promete tomar ” medidas adicionales”. En el escrito se condenan los excesos de ambas partes involucradas en el conflicto sirio y se exige el cese del uso de armas contra zonas pobladas, incluido uso de artillería, bombardeos aéreos y el uso de barriles cargados de explosivos. Todos estos métodos son los que han sido utilizados en forma abusiva por el régimen de Bashar Al Assad en los últimos meses.  Esto deja en evidencia nuevamente las fallas que expone esta estructura: la resolución está, pero no se cumple.

La dimisión presentada esta semana por el mediador de la ONU, el diplomático argelino Ladjar Brahimi, frente a la falta de progresos en las negociaciones para poner fin a la guerra, pone de manifiesto una vez más el fracaso del arbitraje político por parte de la ONU. Dos años antes, en el 2012, quien renunciaría sería Kofi Annan. Brahimi intentó en vano reunir en mesa de diálogo tanto a la oposición como al régimen sirio. Sólo logró una semana de alto el fuego en Homs y dos rondas de negociaciones en Ginebra. Su renuncia está directamente relacionada con la candidatura presentada por Al Assad para participar como candidato en las elecciones del próximo 3 de junio, donde se cree con firmeza que ganará cómodamente un tercer mandato por los próximos siete años. Bashar Al Assad no sólo no perdió poder sino que lo acrecentó. En los últimos tiempos el régimen sirio afianzó su control sobre las ciudades más importantes y carreteras estratégicas, relegando a los rebeldes a las zonas fronterizas.

Hoy la mediación política en Siria pierde aún más fuerza por el desinterés demostrado por los Estados Unidos , cuya prioridad número uno es Ucrania.

El Consejo de Seguridad ha padecido de una inutilidad para resolver conflictos precisamente por el poder de veto, otorgado en su creación a sus miembros permanentes. Los mismos lo han utilizado para bloquear cualquier medida a conveniencia o para proteger a sus aliados. La parálisis con respecto a Siria marca un nuevo nivel de disfunción, dando impulso a todos aquellos que claman por una reforma en la composición del Consejo y la implementación del poder de veto. No solo ha fracasado en detener la guerra civil en Siria, sino lo que es peor aún, ha sido incapaz de proveer ayuda humanitaria a los más de 9 millones de necesitados sirios.

Desde 1990, Estados Unidos ha usado su poder de veto 16 veces y Rusia 11. Francia por su lado propone limitar el uso del veto, pero ningún otro miembro se ha hecho eco públicamente. Existen numerosas propuestas para expandir el número de miembros del Consejo, reflejando así los cambios de la dinámica del poder global desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Pero aún no se han generado ninguno de estos cambios.

Los abusos a los derechos humanos en Siria continúan, sin señal alguna de llegar a un acuerdo entre los miembros del Consejo sobre si referir o no el tema a la Corte Internacional de Justicia. También ha fallado en señalar una nueva crisis que demanda, según la Organización Mundial de la Salud, de una acción inmediata conjunta: el rebrote de polio. Camiones con trigo, antibióticos y mantas están varados en la frontera de Siria sin poder entrar. El Reino Unido ha decidido proveer con fondos a agencias no gubernamentales que puedan entrar sin el consentimiento del régimen sirio, en lugar de  dárselos a los grupos pertenecientes a la ONU.

Es hora de dejar de hablar y empezar a actuar. Es de necesidad y urgencia una reforma  de este importante organismo internacional que ha quedado anacrónico e incumple con las funciones para las cuales ha sido creado.

Corea del Norte: diez razones para temer a este pequeño gigante

1. Corea del Norte es un país cuyo gobernante es un joven excéntrico investido de poder supremo, considerado como el sol de su Nación, que cree tener la mesiánica misión,  heredada de su abuelo y de su padre, de unificar ambas Coreas bajo su mandato, a cualquier precio. Esta información surge de un escrito publicado por la One Corea Network, en la página oficial de la República Popular Democrática de Corea (Korea- dpr.com)

2. Posee el cuarto ejército más grande del mundo. Sus Fuerzas Armadas están compuestas por 5 millones de hombres, el equivalente al 20% de su población (cerca de 25 millones de habitantes). Es decir, cuenta con 45 soldados por cada mil habitantes, cifra ni siquiera superada por el Estado de Israel, quien a pesar de estar constantemente amenazado por sus vecinos, cuenta con 25 soldados por cada mil habitantes.

3. Ocupa el primer puesto del mundo en gasto militar con respecto a su producto bruto. Gasta el 25% del PIB en defensa mientras  sus habitantes apenas superan un ingreso anual per capita de 1.000 dólares.

4. Los norcoreanos carecen de todo tipo de libertades y comunicación con el mundo externo. El eficaz sistema de propaganda implementado por el gobierno los ha convencido que deben unificar ambas Coreas ya que así también  lo desean los surcoreanos, una mentira que no pueden comprobar. Aceptan los dichos de su líder como verdad absoluta.

5. Es la novena potencia nuclear del mundo. Comenzó a realizar pruebas nucleares en el año 2006 con plutonio almacenado. A pesar de las sanciones impuestas por la ONU (Organización de Naciones Unidas), realizó nuevas pruebas en el 2009. Las terceras pruebas nucleares subterráneas, ya con uranio enriquecido llegaron en el 2013. Su programa de uranio enriquecido fue descubierto en el 2010.

6. Según Jeffrey Lewis, experto nuclear del Centro de estudios de no proliferación James Martin, con cede en Monterrey, existe una inquietante posibilidad de que excavaciones visualizadas recientemente por satélites, en la zona de pruebas nucleares de Punggye-ri, al noreste del país, sean un intento de construir una red de túneles subterráneos para llevar a cabo, en forma regular, pruebas nucleares con uranio enriquecido.

7. China, que ejercía una importante influencia sobre esta nación,  limitando sus pruebas nucleares, parece haber cedido y estar mirando hacia el costado, inmersa en sus propios problemas económicos, abriéndole una gran ventana  a sus aspiraciones.

8. Cuenta con un enorme arsenal de misiles balísticos de corto y mediano alcance. Trabaja en desarrollar misiles de  largo alcance. Declaró hace pocos días tener nueva tecnología, miniaturas nucleares, que pueden ser instaladas en los misiles balísticos intercontinentales. Esto no se ha podido aún comprobar.

9. Cuenta con un programa de drones  avanzado, según Andrei Lankov, profesor de estudios coreanos de la Universidad de Kookim en Seúl, Corea del Sur. Prueba de esto son los dos drones  de fabricación norcoreana hallados en Paju y en la isla de Baengnyeong, territorios surcoreanos.  Contenían fotografías de alta resolución de importantes instalaciones gubernamentales y militares de su anhelada vecina. Esto representa un peligroso avance en materia de inteligencia.

10. Finalmente, diferentes hechos internacionales como el de Putin y su anexión de Crimea, Al Assad y su feroz guerra en Siria, y Maduro en Venezuela con su violenta persecución a la oposición, que parecen todas hazañas realizadas con éxito ya  que encuentran un Estados Unidos debilitado, que no impone sanciones suficientes y que parece haber abandonando el puesto de guardián del mundo,  pueden envalentonar a Kim Jong- Un  a hacer efectivo el estado de guerra en que se encuentran las dos Coreas desde marzo del 2013 . Así parece haberlo anunciado  en  su discurso de apertura de este año, en conmemoración de los 20 años de la muerte del “padre de la patria”, su abuelo Kim Il Song: ” Ha llegado el momento de una Corea unificada” .

El mundo debe tomar en serio estas amenazas y prevenirlas antes de que sea demasiado tarde. Recordemos la fábula del joven que aterraba a su población diciendoles “cuidado, que viene el lobo” y éste nunca aparecía. Hasta que un buen día nadie le creyó, y esa vez el lobo vino y  se comió a la población entera. No subestimemos las peligrosas amenazas de un fanático con cierto grado de locura. Aprendamos de la historia.

Medio Oriente en llamas

Días atrás participé de un viaje a Israel con varios representantes de la Cámara baja de los Estados Unidos de Norteamérica. Tuvimos la oportunidad de reunirnos allí con las distintas autoridades y tener una visión más precisa de lo que está ocurriendo en toda esa zona que los circunda, sumida en la violencia, los conflictos y las guerras. Lo que empezó hace algunos años como las primaveras árabes, con la esperanza de dar a luz a democracias en esa zona del globo, se ha transformado en un largo invierno plagado de muertes, destrucción y gran inestabilidad política.

Por un lado Egipto y su dictadura militar en lucha armada contra la Hermandad Musulmana, a quienes desplazaron del gobierno recientemente. Siria inmersa en una guerra civil que ya lleva dos años y medio, con más de 100.000 muertos. Seguramente muy pronto, cuando el Congreso americano reabra sus sesiones y Obama obtenga el visto bueno, será inexorablemente atacada por bombas americanas como resultado de su masacre del pasado 21 de agosto utilizando armas químicas prohibidas mundialmente. Creo que será sólo una cuestión de días. Muy probablemente el gobierno de Túnez también caiga. Libia no cuenta con un gobierno real con consenso. Líbano esta viendo crecer sus luchas internas entre sunnis y shias. Jordania ya tiene medio millón de refugiados sirios que siguen aumentando día a día.

Israel en este momento es un oasis dentro de este desierto plagado de guerras. Tiene tan solo el tamaño del estado de Nueva Jersey y cuenta con una población de 8 millones de habitantes. Sus aliados siguen siendo el ejército egipcio, que los ayuda contra la Hermandad musulmana por un lado, y en Gaza y Sinaí contra Hamas; Jordania, quien colabora contra actividades y grupos radicales terroristas en la frontera; Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Arabes, con quienes tiene una alianza desde hace ya años.

Sin embargo Israel enfrenta un gran desafío y tiene nombre propio: Irán. La guerra no tardara mucho en llegar. Es sólo una cuestión de meses. Israel está decidido con o sin apoyo norteamericano. Netanyahu ya lo intentó en 2012 pero no tuvo consenso. Difícilmente hoy se pueda evitar. Irán amenaza con exterminar al Estado de Israel y para eso avanza con su programa nuclear a través del enriquecimiento de uranio. Una bomba nuclear en manos iraníes es inaceptable para el pueblo israelí, que aún tiene muy presente el Holocausto donde murieron 6 millones de personas en manos de Adolf Hitler. No quieren tomar ese riesgo, tienen la certeza de que deben actuar para evitar consecuencias nefastas. Hoy creen estar a tiempo de destruir con ataques puntuales y dejar sin efecto las pretensiones iraníes de avanzar con su proyecto nuclear. Tanto los misiles iraníes como los rockets de Hezbollah, su aliado natural, pueden matar cientos de personas pero no más, y es un precio que están dispuestos a pagar para evitar un mal mayor a futuro.

Israel está armado y preparado. Cuenta con el sistema de Iron Dome, diseñado por Rafael Advanced Defense Systems, que intercepta misiles destruyéndolos en el aire.  El gobierno israelí ha invertido durante estos años de bonanza y crecimiento millones de dólares en defensa. Habrá que ver que posición toma los Estados Unidos, aliado incondicional de Israel, y China y Rusia, aliados naturales del régimen de Irán, frente a un conflicto armado.

Palestina no es un tema menor, pero en este momento, Ramallah no es una prioridad. Y lamentablemente tengo que decir que luego de haber participado en reuniones con una y otra parte, soy bastante escéptica que de aquí a nueve meses puedan llegar a algún acuerdo de paz. Ojalá  me equivoque pero se están sentando a negociar sin estar de acuerdo en un punto básico para Israel, que es ser reconocido no solo como el Estado de Israel sino como un Estado judío. Palestina no parece estar dispuesto a esto que para Israel es primordial y no negociable.

Una zona plagada de conflictos que está por terminar de estallar. ¿A quién favorecen las guerras? Será que el ser humano es el único animal que no aprende de sus errores y de su pasado? Estarán tanto los americanos como los israelíes aplicando la doctrina de Santo Tomás de Aquino de la guerra justa y así actuando para prevenir aún consecuencias peores y más muertes?

Ojalá que el llamado del Papa Francisco al ayuno y oración tenga efecto y Dios oiga a todos los que estamos a favor de la paz. Tendría que suceder un milagro… pero los milagros existen.