James Foley, periodista fotográfico de tan sólo 40 años fue ejecutado esta semana, de la manera más cruel, en tierras sirias, a manos de unos salvajes, como los denominara el New York Post en su portada, ya que no cabe otro adjetivo. Yihadistas islámicos pertenecientesal EIIS ( Ejército Islámico de Irak y Siria) lo decapitaron. Pero no les fue suficiente con semejante acto vandálico. Lo filmaron y subieron el cruento video del asesinato a la red titulándolo “Mensaje a América”, difundiendo así su cobarde hazaña con el fin de dominar por el terror.
Los pecados de Foley: ser cristiano católico y norteamericano. De rodillas, vestido con una túnica naranja y esposado con sus manos en la espalda, murió como un grande, un héroe, un mártir, mostrando dignidad y coraje hasta el final. Le mostró al mundo entero, tanto con su vida como con su muerte, las atrocidades que están llevándose a cabo en una de las partes más violentas del mundo donde reinan la intolerancia, la barbarie y la tiranía.
James Foley somos todos. Es por eso que no podemos callar y ser cómplices en el silencio. Él dio su vida para concientizar al mundo sobre la violencia existente en Medio Oriente y las persecuciones a todo aquel que no profese el islam. James Foley representa a todos los cristianos que están siendo masacrados por fundamentalistas islámicos tanto en África Subsahariana como en muchos países de Medio Oriente.
¿Por qué Occidente y en particular América Latina callan frente a esta atrocidad cuando su población es mayoritariamente cristiana? ¿Dónde están los reclamos de las organizaciones de los derechos humanos?, ¿o el ser cristiano acaso no es un derecho de los más humanos? ¿Dónde están las voces de condena de los países o dirigentes musulmanes llamados moderados que no adhieren a estas metodologías y buscan diferenciarse frente al mundo para poder insertarse en él? ¿Qué medidas toma al respecto Naciones Unidas? ¿Dónde están las voces de las celebridades del mundo defendiendo a los cristianos?
“Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque no era socialdemócrata.
Cuando vinieron por los sindicalistas, no protesté, porque no era sindicalista.
Cuando vinieron por los judíos, no dije nada, porque yo no era judío.
Finalmente vinieron por mí, y ya no quedaba nadie que dijera nada.”
Esta reflexión es de Martín Niemoller, pastor protestante antinazi alemán, quien padeció los campos de concentración entre los años 1938 y 1945 por oponerse a Hitler. No volvamos a repetir historias de las cuales hoy tanto nos avergonzamos.
No seamos socios en el silencio. Así como defendemos a los palestinos, defendamos también a los cristianos. El EI (Ejército Islámico) decapita a su paso a todo quien no profese la religión musulmana la cual reconocen como única válida. Ya han logrado imponer entre la población el terror tanto en Irak como en Siria haciendo que emigren cientos de miles de cristianos dejando atrás sus hogares para transformarse en refugiados en el mejor de los casos, si es que no son asesinados en el camino. En las últimas semanas vimos como cientos de kurdos yazidíes al norte de Irak fueron masacrados y cercados en el Monte Sinjar.
Según un informe elaborado en el año 2011 por el Pew Research Center acerca del tamaño y distribución de la población cristiana en el mundo, un tercio de los 6.900 millones de habitantes del planeta son cristianos ( 2.180 millones). Más de la mitad se encuentran distribuidos entre América y Europa. En Medio Oriente y norte de África habitan 13 millones, en África Subsahariana 516 millones y finalmente en Asia y Pacífico 285 millones. Es en estas últimas regiones donde sufren persecuciones siendo las más severas en el mundo musulmán. Los cristianos son el grupo más grande religioso seguido por los musulmanes que abarcan un cuarto de la población mundial. Están compuestos por un 50,1% de católicos, 36,7% protestantes, 11,9% ortodoxos y 1,3% otros.
La International Society of Human Rights, una ONG con sede en Frankfurt, Alemania, denuncia que el 80% de la discriminación religiosa actual está dirigida a los cristianos. Según Open Door, 50 países en mayor o menor medida son responsables de persecuciones a los cristianos, siendo 39 de ellos musulmanes donde la “sharia” rige como ley estatal. Los divide en cuatro categorías: persecución extremada, persecución severa, persecución moderada y persecución escasa. En la primera categoría se ubican países como Irak, Siria, Irán, Yemen, Somalia, Arabia Saudita y Afganistán, entre otros. En la segunda: Sudán, Nigeria, Pakistán, Etiopía, Libia, entre otros. El Congreso de los Estados Unidos por su parte aprobó en el año 1998 el Acta Internacional de Libertad Religiosa, creando una Comisión que publica anualmente una lista de países donde peligra la libertad religiosa. En el año 2013 la Comisión presentó un listado de países de especial preocupación que incluía a Irak, Irán , Arabia Saudita, Pakistán , Egipto , Sudán, Nigeria, Birmania, China, Corea del Norte, Vietnam, Uzbekistan, Turkmenistan, Tajikistan, Eritrea.
El Center for the Study of Global Christianity del Gordon Conwell Theological Seminary , institución evangélica situada en Massachusetts, Estados Unidos, revela que más de 100.000 cristianos han sido asesinados cada año entre el 2000 y el 2011. Datos proporcionados por el Observatorio Sirio estiman que son más de 500.000 los cristianos desplazados de Siria desde que comenzó la guerra civil hace ya casi tres años . Otro tanto esta sucediendo en Irak donde ya son más de cientos de miles los que migraron escapando las matanzas realizadas por el Ejército Islámico.
En Nigeria el grupo terrorista musulmán “Boko Haram” ha asesinado a cientos de cristianos y quemado sus casas.
En India, Indonesia, Pakistán suceden persecuciones y matanzas de la misma índole …..Y mientras todo esto sucede, el mundo calla.
La Declaración Universal sobre los Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 1946, establece en su artículo 18 que : “todos tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión ; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o creencia……”
Yo me pregunto si los países que son parte de Naciones Unidas y persiguen a los cristianos se habrán olvidado de que en algún momento adhirieron a esto. Sería hora de recordárselos y también de que el mundo de una vez por todas alce su voz contra semejante atrocidad, inapropiada para el siglo XXI ya que algo tenemos que haber aprendido de la historia.