Quienes llevamos una vida luchando por los derechos humanos, la igualdad y la diversidad, nos vemos invadidos de felicidad cuando recibimos noticias que nos tocan el corazón y nos ayudan a seguir luchando por construir una sociedad mas justa. Una sociedad que nos permita a todos/as mirarnos como iguales y desde allí subirnos a la ola del progreso y el crecimiento. Con inclusión, sí, pero con dignidad y teniendo muy en claro quiénes somos, qué es lo que queremos y hacia dónde vamos.
Todo esto es doblemente grato, cuando la noticia es la sanación social y reparación histórica que representa un anuncio como es la recuperación del nieto número 116. Continuar leyendo