La base de la crisis griega puede explicarse con la simple razón de que el país helénico tiene una deuda de aproximadamente 320 mil millones de euros, que el país simplemente no está en condiciones de pagar. La explicación más simple para esta deuda es que durante muchos años el país estuvo gastando más dinero del que producía y financiando ese gasto a través de préstamos.
Los principales acreedores griegos son Alemania, a quien le debe una suma cercana a 68 mil millones de euros, en segundo lugar está Francia con 43.800 millones de euros, en tercer lugar, Italia, con 38.600 millones de euros y en cuarto lugar, el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien tiene una deuda de 21.400 millones de euros. El primer paquete de ayuda financiera a Grecia fue aprobado por la Unión Europea y el FMI en mayo de 2010. En ese momento se pusieron a disposición del Gobierno griego 110 mil millones de euros (unos 120 mil millones de dólares) para que honrara sus compromisos con sus acreedores, en ese momento en su mayoría bancos privados de la región.
Pero la ayuda económica no resultó suficiente, porque el Gobierno griego siguió con la misma política de tener un déficit fiscal alto, es decir, gastar más de lo que recibe, lo que lo llevó al borde de otra crisis económica que comenzó días atrás con el no pago del vencimiento que Grecia tenía con el FMI por un importe de 1500 millones de euros. Continuar leyendo