La crisis internacional de 2008 dio lugar a políticas monetarias ultra-expansivas, que generaron quietud en los mercados internacionales. Sin embargo, la recuperación de las economías avanzadas dan cuenta que estamos en presencia de un claro cambio de ciclo en políticas, si comparamos la situación desde el estallido de la crisis, donde los Estados Unidos plantearon, mediante la fuerte baja de las tasas de interés, una guerra de monedas entre el euro y el dólar.
Ante el lento repunte de la economía interna de los Estados Unidos, la quietud de los mercados se extendió seis años, no obstante, resultados del tercer trimestre mejor del esperado en términos de actividad y empleo comienzan a dar más credibilidad al rumor que la Fed, comandada por Janet Yellen, empezaría a subir lentamente la tasa de interés (luego de la finalización de su política de quantitative easing), y en consecuencia, abandonaría la guerra de monedas. Continuar leyendo