Alborozado por la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que aprobó el proyecto del Grupo de los 77 más China por el cual se busca crear un marco jurídico global que regule los procesos de reestructuración de deudas soberanas, el oficialismo kirchnerista celebra un triunfo diplomático que, en rigor, adquiere el carácter de “victoria moral”.
Una mirada más prudente aconsejaría detenerse en los detalles de la votación del día 9. A favor de la puesta en marcha del programa tendiente a la creación de una Convención Internacional que fije el procedimiento y el porcentaje que tornará obligatoria dicha restructuración en los procesos de manejo de deuda pública, votaron 124 naciones. Cuarenta y una se abstuvieron y solamente 11 votaron en forma negativa. El número, abrumadoramente mayoritario en favor de la propuesta formulada por el representante de Bolivia, esconde algunos detalles de importancia. Continuar leyendo