No es casual que Argentina tenga cifras astronómicas en los mal llamados “accidentes de tránsito”, muchos de ellos hechos delictuosos, culposos o dolosos. Según el Observatorio de Seguridad Vial de la Agencia Nacional de Seguridad, la cifra de fatalidades correspondiente al 2014 ronda las 4.100; ello aproximado, porque muchos municipios provinciales no reportan sus cifras a la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Las sociedades en desorden, como la nuestra, muestran un tráfico vehicular descontrolado, a la par de un aumento general del delito.
La ciencia criminológica estudia esta relación desde hace un tiempo. Es pionero el trabajo del científico James Q. Wilson, Varieties of Police Behavior (1968). En la actualidad, la iniciativa Data-Driven Approaches to Crime and Traffic Safety (Ddacts) en los Estados Unidos ha logrado resultados importantes desde el año 2008, basada en más de treinta años de estudios, llevada a cabo en asociación con policías locales y con la autoridad nacional en seguridad vial.
Uno de los componentes más importantes de Ddacts es el análisis estratégico-táctico de los lugares adonde suceden los hechos de tránsito. Porque es más eficiente focalizarse en lugares que en conductas individuales y porque los lugares adonde hay alta cantidad de hechos de tránsito también exhiben altos índices de crimen en general. Continuar leyendo