Hoy se abrió la Embajada de Cuba en Washington y próximamente se abrirá la de Estados Unidos en La Habana.
Todo un hito.
Estos días que está de moda Estados Unidos en Cuba y viceversa, y tal parece la nueva amistad indestructible, como lo fuera la URSS en su momento o Venezuela hace un poco menos.
Ciertamente es para alegrarse, aunque luego sorprende ver que todavía siguen detentando el poder los hermanos Castromasov, desafiando toda ley natural y biológica.
Ahí es donde uno se queda totalmente despistado, hasta que de repente se percata de lo que puede haber pasado.
En mi caso creo que debo haberme entretenido durante este tiempo demasiado en mis asuntos, y del mismo modo que no recuerdo quién es el ministro de Economía en Polonia o se me escabulle el nombre del jefe de ejército de Eslovaquia, acaso se me haya pasado también por alto la noticia de que Estados Unidos dejó de ser el imperio que acostumbraba ser, y que ya convertido en un país socialista, ha concluido con éxito el desarme nuclear, condiciones sine qua non según Fidel Castromasov para siquiera sentarse a hablar con lo que ellos denominaban su enemigo natural. Continuar leyendo