“Con el radicalismo sólo no alcanza”, declaró Julio Cobos días después de triunfar en su provincia en octubre pasado. “…Pero sin el radicalismo no se puede”, agregó el presidente de la UCR, Ernesto Sanz en varias declaraciones. Así, dos de los máximos referentes del radicalismo dieron señales de la necesidad de construir un frente nacional que dispute la presidencia en 2015, tanto al kirchnerismo como al massismo y al PRO.
En esta línea, la reunión celebrada en Rosario el pasado 30 de diciembre en la que participaron el presidente de la UCR, el Partido Socialista, la Coalición Cívica, el GEN, Libres del Sur y el Frente Cívico es una muestra de esta intención compartida de consolidar una alianza de cara a las elecciones generales de 2015 que se transforme en una opción de poder por fuera del peronismo. Ese es, quizás, el punto central y nodal de la convergencia política de sectores tan disímiles: consolidar una alianza política sin el peronismo. Replicar el Acuerdo Cívico y Social salvando errores del pasado, y mejorar y ampliar el FAP parece el camino a seguir. La experiencia de UNEN y otras alianzas provinciales, como la de Santa Fe -donde socialistas y radicales componen un espacio común-, son espejos a mirarse y parecen ser estrategias exitosas que permiten pensar en un gobierno de coalición a partir de diciembre de 2015.