El debate televisivo que se realizará este domingo entre los dos candidatos a la Presidencia eleva de manera considerable el nivel de una campaña que, curiosamente, comenzó con la presentación de los principales candidatos en el programa de entretenimientos de Marcelo Tinelli.
En la era de la imagen y de la telepolítica, un debate televisivo con reglas, pautas y temáticas a exponer es un gran paso para que la ciudadanía pueda, de manera masiva y acorde con los tiempos que corren, conocer qué propone cada candidato y espacio político. Recordemos que en el último debate previo a las elecciones generales, el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, no participó de esa instancia.
Así, el debate entre Mauricio Macri y Daniel Scioli en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires genera gran expectativa, y esto es una buena noticia. El próximo paso, y espero no pecar de optimista, es normar los debates televisivos para que sean públicos y obligatorios por ley a nivel nacional y local.
En este sentido, como legislador porteño he presentado en el 2012, y nuevamente este año, un proyecto de ley para implementar el debate público, televisivo y obligatorio entre los candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su principal objetivo es dar a conocer las propuestas políticas de los candidatos y sus plataformas electorales, de manera que los ciudadanos puedan valorarlas en un ámbito neutral, democrático y republicano.
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