Una cometa para hacer el Bien

Relevamiento Federal, Formosa: “Cuando se hacen gárgaras algo siempre se traga”.

escribe Bernardo Maldonado-Kohen

“Algo que fue realmente bueno para Formosa, por una cometa miserable, termina en escándalo”, confirma la Garganta.
En Cascote, 25 de Mayo y Moreno, corazón de Formosa. Un anochecer ideal de marzo para tomar cerveza.

Cada tres meses a nadie le llama la atención, en las ceremonias de refinanciamiento de las deudas provinciales, la ausencia de Gildo Insfrán, el gobernador de Formosa.
Cuando La Doctora, delante de la televisión, en cadena nacional, pasa lista a los tristes gobernadores.
Pasan al frente para refinanciar, por piadosos noventa días, la abultada deuda con el Estado Nacional.
Imagen que certifica la catastrófica situación del federalismo argentino. El gobernador suscribe lo que debiera firmar un secretario de finanzas.
Pero ellos desfilan de a uno. Besan a La Doctora en la mejilla, saludan a Kicillof, El Gótico, que sonríe. Estampan la firma, vuelven a besarla y hasta -lo peor- los aplauden. Para coronar la humillación que hubiera espantado a Martín Miguel de Güemes. E inspirar sablazos a don Facundo Quiroga.
Bien, pero en esa lista de indigentes don Gildo no está. Porque acabó con el fastidio de la deuda.

Un ejemplo para imitar

En Cascote cuentan que Gildo siempre se entendió bien con Kirchner, El Furia. Desde que eran pares y enloquecían a De la Rúa en el Consejo Federal de Inversiones. Se sabe también que Insfrán forjó una excelente relación con Julio De Vido, el Ex Superministro, hoy reducido y despojado.
“Gildo quería hacer obras que lo mostraran como un gestor fundacional. Y los muchachos del gobierno central querían recaudar”.
Armonía entre peronistas racionales.
Entonces en Formosa se realizaron obras en cantidad. La ruta 81, por ejemplo, con los 300 kilómetros que unen a Formosa con la vecina Salta. La ruta del Pilcomayo. Pronto el Gasoducto. Obras otorgadas a empresas de prohombres como el extinto Relats. O el consagrado Lázaro. Es quien signa la etapa lazarista del cristinismo (cliquear). En el ocaso.

Gildo le propuso a El Furia resolver el tema de la deuda. Promiscuos 12 mil millones de pesos.
Deseaba reestructurarla antes que La Doctora -que lo quería menos- heredara el bien ganancial del gobierno.
“Pero no te hagas problemas, Gildo, por Cristina, porque el que manda soy yo”, le dijo El Furia, para tranquilizarlo.
Reestructurar la deuda que se arrastraba desde la vorágine del siglo anterior. Con el agravado de los bonos basura. La invención coyunturalmente salvadora de la plata falsa. Los patacones provinciales, los lecors. En Formosa se llamaban los bocanfores.
La cuestión que se diseñó el Fondo Fiduciario Provincial, en adelante el FONDIPRO. Y se organizó una compleja arquitectura financiera que les permitió disolver con celeridad la deuda. Auto-comprarla y anularla. Desafectaron el 30% de la coparticipación y se acabaron los problemas. Las gestiones arrancaron con Carlos Fernández, El Ministro Olvidado, y se concluyeron durante el ministerio del ascendente Amado Boudou, El Descuidista.
“Si reestructurás 12 mil, y te piden para los muchachos siete u ocho palos, hay que tomarlos como una propina para Caja de Empleados”, confirma, con cinismo peronista, otra Garganta.
“Fue una cometa para hacer el Bien. Un ejemplo para imitar, entre tanta incomprensión”.

Raptos de ternura

De los siete millones seiscientos mil pesos que Alejandro Paul Vandenbroele, El Monotributista, cobró en efectivo en nombre del instrumental The Old Fund, dos millones doscientos mil fueron, según nuestras fuentes, en principio, para determinado asesor, director actual del Banco de Formosa. Hombre de Gildo.
“El que se hace gárgaras, algo siempre traga”, confirma la tercera Garganta.

Tres millones en efectivo, según nuestras fuentes, fueron para las alturas insaciablemente celestiales de la época más espiritual que se tenga memoria en la patria.
Y dos millones y medio fueron hacia la perrada de The Old Fund.
El artefacto inventado que conducía Vandenbroele y que protegía don José María Núñez Carmona, Nariga, socio de mil épicas de Amado Boudou, El Descuidista.
Tenían el propósito de cumplir con el sueño del pibe que inspiraba a El Furia. Contar con la propia máquina de fabricar billetes. Ciccone, en cierto modo, aún permite raptos de ternura. Con infinidad de gárgaras.

Mientras se preparaban para el festival productivo del papel moneda, los irresponsables algo debían facturar con el artefacto. Para aceitar la moral y el optimismo emprendedor de los accionistas.
De manera que gracias al Fondipro, y amparados por un decreto provincial, la gloriosa The Old Fund podía finalmente realizar la primera factura. Valedera, históricamente consagratoria. La número 3. Ya que las facturas 1 y 2 estaban mal confeccionadas. Anuladas. Por falta de costumbre.
Pero la tercera factura era -si no la vencida- la vencedora.

Sin embargo la vida, en el fondo, está signada por la injusticia. Ocurre que la justicia es insensible al valor filosófico de la cometa realizada para hacer el Bien. Aunque esté -para los profanos- Mal.
El 7 y el 8 de abril tiene que declarar Vandenbroele. En la frialdad de Comodoro Py. Y hasta el honorable señor Jorge Melchior, de Fondipro. Por suerte es en el confiable Juzgado Federal del doctor Casanello.

Era cosa juzgada y caso cerrado en Formosa. Pero la desgracia esotérica que se cierne sobre Boudou lo hizo reabrir. Por objeción de la Cámara Federal Maligna. Con Irurzun y Cattani, y con la disidencia insuficiente de Farah.

“Lo que fue tan bueno para la provincia, como todo en la Argentina, termina mal, para la m…”, se lamenta la Garganta que inicia y concluye la crónica en Cascote. Mantiene la mirada resignada y la pancita cervecera.

El paraíso de “The Old Fund”

[N.del E.: A raíz del llamado a indagatoria al Vicepresidente de la Nación, Jorge Asís volvió a postear el artículo que originalmente había escrito sobre este caso]

Con un fondo inversor enigmático Boudou pasa a controlar Ciccone            (08/07/2011)

“Tenemos cerrado con Boudou el contrato para fabricar los billetes”.

Alejandro Paul Vandenbroele, Director Titular y Presidente de The Old Fund, intentó entusiasmar a los sindicalistas gráficos. Están bastante preocupados, como los operarios, por el destino laboral de Ciccone Calcográfica. Empresa líder, suerte de “Casa de Moneda Privada”. Quebrada. Alquilada, hasta hoy.

En adelante, no va a ser necesario fabricar los billetes en el Brasil. Gracias a la conducción estratégica de Amado Boudou, ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia, Ciccone Calcográfica se recupera. Pudo liberarla de las garras adversarias del duhaldismo. En realidad de Boldt, la empresa de “Tabanelli”, El Tano. Boldt la había alquilado durante un año, por cuatro millones de pesos, pagados por adelantado, con la aprobación del juez Cosentino, que atiende los padecimientos del quebranto.

Pero Boudou, El Insaciable, venía interesado patrióticamente en el funcionamiento de la planta. Logró convencer, según nuestras fuentes, a la señora Cristina. Ciccone debía ser liberada del enemigo.

De manera que, con la apoyatura implícita de Zannini, aquí su aliado, don Amado se puso a operar. Contó con un instrumentador de la magnitud moral de José María Nuñez Carmona, alias Nariga.

Trátase del ser inquieto que conquistó, oportunamente, alguna repercusión olvidable. Por un sobre con billetes que apareció en determinado escritorio de Telam. Ampliaremos (sólo si viene al caso).

Nuñez Carmona es el amigo entrañable del (posiblemente) próximo vicepresidente de la república. Un Nariga leal que suele resolverle -a Boudou- los problemas cotidianamente inmobiliarios de Mar del Plata. Ampliaremos (si es necesario).

Sin embargo, Núñez Carmona no fue el héroe señalado para presidir el fondo salvador. The Old Fund, que emerge para convertirse en la “solución final”. Para el escatológico procedimiento que condujo a Ciccone hacia la quiebra. Y hoy hacia el rescate. De la empresa que, desde 1951, los hermanitos Ciccone confeccionan “billetes de banco, cheques y valores, sistemas de identificación de personas, pasaportes y cédulas de identidad, placas y cédulas de identificación de vehículos” (etc., por más datos consultar su web). Para transformarse, por la quiebra, en el tesoro apetecible. La tentación de aventureros más o menos respetables.

Pero Vandenbroele es el afortunado. Hombre felizmente emprendedor. Culturalmente identificado con sus orígenes holandeses. Es la cabeza visible de The Old Fund. El Viejo Fondo. Grupo inversor que mantiene el encanto del enigma. Ante tantos desconfiados maliciosos, que suelen atentar contra “el modelo”. Y que suponen equivocadamente encontrar, en cualquier rubro, invenciones relativamente equiparables a Meldorek. Porque descreen que Argentina sea, aún, altamente confiable para inversores de semejante dimensión.

 

Curazao

Pero Argentina, tan fácilmente entregada, se encuentra en las vísperas de encargar la gravitación de su papel moneda a The Old Fund. Sus billetes crocantes, documentos, patentes, placas.

Como principal accionista, The Old Fund lo tiene, según nuestras fuentes, a Tierras Internacionales Investment CV. Empresa clavada en los Países Bajos (Holanda). Pero inscripta, en la patria, como sociedad extranjera. Con un impresionante capital de 30 mil pesos.

De las 30 mil acciones a un mango, a Tierras Internacionales Investment CV le pertenecen 28.500. El restante titular, de las 1.500 acciones, es Sergio Gustavo Martínez. El Director Suplente (de Vandenbroele).

El representante legal, inscripto en la Dirección de Personas Jurídicas de Buenos Aires, es Carlos Schneider. Domiciliado en el verdor de Longchamps.

La sociedad cuenta, aparte, con otros apoderados venerables. Gonzalo Pascual, Hernán Cruchaga y María Victoria Ctibor.

En la traducción del documento pueden detectarse otros firmantes que merecen destacarse. La joven Jullisa Abigail Comenencia-Koolman. Es del bello Curazao, paraíso de las Antillas Holandesas. Como la señora Indra Farah Marie Vilchez, también de Curazao, que suscribe como Miembro del Consejo de Administración. Indra Farah es, además, la apoderada de Stichting MP Services. Socia comanditaria. Empresa clavada en Katwjk (Reino de Países Bajos). Con sede en Amsterdam y oficina en Ginebra.

 

Descenso y rescate

Al descenso de la quiebra, Ciccone Calcográfica se fue por una deuda con la AFIP. Miserables 50 palos, de un total de 230. Debe rescatarse, para el rescate, la admirable capacidad de comprensión de los próceres que tienen la responsabilidad de conducir el Estado.

La inestimable colaboración de Morenito, el Secretario de Comercio que atemoriza a los distraídos. De Sbatella, de Defensa de la Competencia. De Echegaray, de la AFIP.

Pero sobre todo debe rescatarse el infatigable empeño de Amado Boudou. Es quien impulsó la aparición, casi providencial, del grupo inversor.

Hoy mismo, The Old Fund se hace cargo de la más importante planta impresora de billetes. La “Casa de Moneda Privada”, “única en Iberoamérica en ostentar dicho rango”. Pero también de documentos de identidad, circunstancia que llevó a Boudou a mantener, según nuestras fuentes, una ingrata desavenencia con Randazzo.

Al cierre del despacho, The Old Fund se dispone a tomar las riendas de la planta sofisticada de Don Torcuato. Los “duhaldistas” fueron desalojados. Con la cabeza en el piso, como los jugadores de River cuando marchan, sin fe, hacia el vestuario.

La Casa de la Moneda, la real, aquella que fuera presidida por don Armando Gostanián, ya no tendrá que compartir la impresión de los miles de millones de billetes de cien pesos. Con la colonizadora Casa da Moeda do Brasil.

Ahora, gracias al paraíso de The Old Fund, a la eficacia empresarial de Vandenbroele, y sobre todo al fervor patriótico de Boudou, los billetes se confeccionaran en Don Torcuato. Gracias “al modelo”. Para algarabía del paraíso (fiscal) de Curazao.

Aparte, no debe omitirse que Boudou también logró dominar la Casa de la Moneda (de Gostanián). A través de la señora Katia Daura. Es una joven economista, atractivamente inteligente, que responde a la estrategia plural de Boudou. Desde aquellos tiempos sustanciales del semillero del Ansés. Cuando Boudou debía reportarse, transitoriamente, a Sergio Massa, el jefe al que superó. Y que hoy suele evocarlo, con gesto distendido, desde la mini-gobernación del Tigre. Con una mezcla lícita de afecto y -por qué no- de explicable admiración.

 

Sensatez de Marcó del Pont

“Pero por ahora aquí no hace falta guita”, confirma la Garganta. Significa que, para el Banco Central, los billetes nacionales no escasean. Aunque no estén muy crocantes. “La plaza está bien surtida”. Al menos, hasta marzo del año próximo.

Pero Vandenbroele, para precipitar el rescate y la elevación, necesita darle pronto a la maquinita. Lo único que Boudou, en su ascenso irresistible, tiene en contra, en este simpático negocio, es la temporaria sensatez de la señora Mercedes Marcó del Pont.

Trátase de la presidente del Banco Central que sobrevive, según nuestras fuentes, regularmente espantada. Por los deslizamientos del ministro cantor. Cuentan las Gargantas que sólo Marcó del Pont atenúa el consagratorio triunfo de Boudou, en el escenario Ciccone.

La dama, tan carismática y sonriente, se encuentra ostensiblemente acosada.

Por arriba, el candidato a vicepresidente. Por abajo, la presencia influyente de uno de los directores. Benigno Vélez, alias Maligno.

 

El semillero del Ansés

Es -Maligno Vélez- el máximo responsable de la factura. Por haber patrocinado, en el semillero inagotable del Ansés, el ingreso de Boudou.

El muchacho liberal, astuto y activo, buen bajador, iba al frente. Era aplicadamente eficiente y necesitaba trabajar. Le costaba hasta pagar el alquiler de su departamento céntrico.

Rápidamente, con su positivismo espiritual, Boudou supo cautivarlo al otro titán, Massa. Sin necesidad de cantarle, ni de pasearlo en moto. Massa suele aceptar, sin desdén, que Boudou le resultó un “excelente empleado”. Acompañó fielmente su ascenso (el de Massa).

Cuando Massa, mini-gobernador del Tigre, fue designado Premier, en reemplazo del poeta impopular Alberto Fernández, también se quedaba vacante el semillero del Ansés. Por la partida de Moroni, referente del poeta nostálgico y surreal.

Cuentan que Néstor Kirchner, El Furia, le preguntó al flamante Premier:

“Decime, ¿a quién pongo, Massita, en el Ansés?”

Massa, respetuoso Jefe de Gabinete, le respondió: “Póngalo, Néstor, a Boudou”.

“¿Y quien c… es Boudou?”

Mediados del 2008. Siglos atrás.

David, el juntador de cabezas

Martínez, socio de Magnetto en Cablevisión, compra las acciones de Telecom Italia. ¿Acercamiento entre el Gobierno y Clarín?

escribe Oberdán Rocamora

David Martínez Guzmán es el poderoso inversor mexicano de Monterrey. Oscila cotidianamente entre sus pisos de Nueva York y Londres. 56 años.
Suele molestarle, según nuestras fuentes, que los tilingos lo llamen “deivid”. Prefiere que lo llamen David.
Como si celebrara su propia proeza. Desde la humildad social del origen, hasta convertirse en el equivalente de otro mexicano emblemático. Carlos Slim, el paisano más rico del mundo.

Con la astucia de su mirada penetrante, y con cierto sospechoso movimiento de los labios que remiten a la sugerencia, David Martínez Guzmán inquieta a sus interlocutores.
Los cautiva. Una de dos: David genera invariable admiración o instintivo rechazo de piel.

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Secuestro en el Palacio Duhau

Juez Lijo se lleva la máquina que guarda las imágenes de Boudou y Vandenbroele.

escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella

¿Habrán quedado registradas las imágenes del vicepresidente Amado Boudou, El Descuidista, junto a Alejandro Vandenbroele, El Monotributista Consagrado?
Depende de la calidad del peritaje. Según nuestras fuentes, sí. Están. Debe indagarse minuciosamente entre el 15 de diciembre de 2011 y el 15 de febrero de 2012.

Operativo

La Garganta confirma que el operativo expresionista se registró un mes atrás. “Antes del comienzo de la Feria Judicial”.
En el Palacio Duhau-Park Hyatt  Buenos Aires. 520 dólares la noche, pero con desayuno. Tiene entrada señorial por la Avenida Alvear, aunque ingresar por Posadas mantiene su secreto encanto. Espiritualmente reconfortante es cruzar por las escalinatas, en cualquier estación, entre los jardines, y hacia el otro cuerpo. O encarar directamente hacia la izquierda, a los efectos de atravesar por la galería de arte, o por el decorado de las flores.
O desviarse, con objetivos distintos, hacia la administración.
Para el allanamiento, según nuestras fuentes, se entró por Alvear. Fue realizado por orden del juez federal Andrés Lijo.
Esta vez, la cabeza de la delegación fue un secretario del doctor Lijo. Junto tres empleados, más dos testigos. Acompañados por personal de Gendarmería.
Los gendarmes, según nuestras fuentes, fueron cuatro. Aunque nadie iba oponer la menor resistencia.
En el operativo se secuestró exactamente lo que se fue a buscar. Contaban con información precisa.

Trátase de una máquina. Al cierre del despacho nadie sabe citar su nombre. Pero sí se conoce la utilidad. La máquina mantiene el registro de las presencias. Grabaciones de las diversas cámaras de vigilancia, las que quedan inmortalizadas durante lapsos relativamente utilitarios. Brindan testimonio de los ingresos y salidas. Las estadas.

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